jueves, 20 de noviembre de 2014

Entrevistando a Leopoldo Zambrano Enríquez, el ufólogo de los aforismos

Publicado por primera vez el jueves 8 de abril de 2010 en el blog argentino “Dos Mentes, Idea y Media” de Mirta Cristina Rodríguez Corderí, artífice de la idea de realizar esta entrevista.

Nota: Algunas respuestas fueron ampliadas y algunos enlaces rotos corregidos para su publicación en este blog.


“Un Momento Para Crear, Una Eternidad Para Creer”.


ENTREVISTANDO A LEOPOLDO ZAMBRANO ENRIQUEZ,
EL UFOLOGO DE LOS AFORISMOS

Por Mir.Rodríguez Corderí


"Información Sin Fuente, No Es Fuente De Información".

“Y haciendo un poco de historia nos volveremos atrás para recordar las glorias de mis días de chaval”.

Esta frase de La profecía de Rafael de León me sirve de introducción a esta pregunta: ¿Qué sentía el niño ante los misterios? ¿Cuál lo fascinaba?

Cuando se inició mi interés por los OVNI's, casi fue a la par de mi descubrimiento del espacio. En esa época de mi existencia la ciencia ficción llenaba mi mundo, y fue entonces cuando la idea de que el Universo podría estar lleno de vida rondaba mi mente. Sin embargo, y a pesar de ser aún un niño, leía libros de ciencia, enciclopedias y demás; mi padre siempre puso a mí alcance la más variada literatura y celebraba mi gusto por la lectura.

En 1980, con 13 años, mi panorama se abrió aún más con la emisión vespertina de "COSMOS" de Carl Sagan, a quien entonces no conocía y qué más tarde me enteraría que siempre fue un gran entusiasta de la vida en el Universo. Me identifiqué con él cuando describe cómo, de pie en su jardín, extendía los brazos al cielo esperando ser transportado a "Barsoom" (Blues para un planeta rojo). Pero nada pasó. A la par de mi incursión en la ciencia gracias a este gran astrofísico, mi interés por el fenómeno OVNI cobraba más fuerza, a tal grado de hacer investigaciones por cuenta propia a la edad de 17 años. Ya había leído a varios autores del tema; Salvador Freixedo, Hans Holzer, Tomás Doreste, Rodolfo Benavides, Jacques Bergier, Ion Hobana, Frank Edwards, Antonio Ribera, y por supuesto Erich Von Däniken, entre muchos más. Un poco después, con el primer trabajo, mi biblioteca creció.

Pero no puedo negar que en esa época me movía más el entusiasmo que el conocimiento, sin embargo deseaba aprender más. Fue entonces que traté de compaginar lo aprendido en "Cosmos" con la investigación de campo, y eso me dio como resultado llevar una incipiente metodología que sólo consistía en la toma de datos (testimonio), tratar de recabar evidencias (muestras) y posteriormente intentar definir qué había pasado en realidad.

En la mayoría de los casos no se podía conseguir esto, pues los relatos de un testigo variaban con respecto al de otro en el mismo suceso y no había una evidencia qué revisar. La frustración me llevó a buscar un contacto más cercano con los protagonistas de las notas OVNI, que por azares del destino me condujo a una charla de Juan José Benítez en 1988, cuando presentaba su libro "El Testamento De San Juan" en una librería local (Castillo).

En esa reunión conocí a un contactado, ahora famosos en el mundillo OVNI, Rolando Quiroga, a quién le hice varias entrevistas en las que me proporcionó información fantástica. Ahora ya contaba con un testimonio "real" de un contacto con seres de otros planetas, o al menos eso era lo que este hombre aseguraba. A fin de cuentas, sólo tenía su testimonio y nada más.

Pero este contacto, me hizo relacionarme con Alejandro Ruiz, miembro de una agrupación que en esos días, ya en 1989, se formaba en Monterrey. Me tocó llegar en el momento en que se escogía el nombre para el grupo, y había sugerencias de todo tipo. La principal era "Grupo Apolo", por aquello del "Carro de Fuego", pero se le quería dar un toque de grandeza, así que el término "Fundación" también se barajaba. Mi sugerencia fue "Cosmos", por el programa de Carl Sagan, y tras un debate sobre escribirlo con “K” o con “C”, al final quedó como "Fundación Cosmos", pero en el sentido de Universo. Más adelante, en 1991, se logró registrar la organización ante la Secretaría de Gobernación, y agregamos al nombre "Asociación Civil" (A. C. para abreviar).

En esos días tuvimos participaciones en radio, televisión, prensa y nos vimos en la necesidad de tener un local para sesionar y al cual llegaran los medios para futuras entrevistas. En un principio sesionamos en la oficina del Ing. Marco Antonio Reynoso, Presidente y fundador del grupo.

La mayoría de los socios provenían del primer Grupo formado en 1969: "OVNI Club Internacional, A. C." que sesionaba en el Condominio Acero, y que tuvo una trayectoria intermitente en el campo de la investigación OVNI con varios reinicios hasta que cerró sus operaciones definitivamente en 1982.

Con Fundación Cosmos, A. C. tuve la oportunidad de entablar conversaciones con mucha gente, la mayoría entusiastas del fenómeno y deseosos de creer en una realidad que, desde el cierre de los organismos oficiales de investigación OVNI en 1969, deseaban comprobar por sus propios medios.

Con el tiempo tuvimos presencia internacional a través de las listas de intercambio con otras organizaciones, muchas de ellas extranjeras, como por ejemplo "El Dragón Invisible" de Carlos Alberto Iurchuk de La Plata, Argentina; OVNI-NET de Lucy Guzmán Lloveras de San Juan, Puerto Rico; Institute Of Hispanic Ufology de Scott Corrales en USA; Miami Ufo Center de Virgilio Sánchez Ocejo en Florida, USA. En México se tenía relación con ALCIONE del Cap. Alejandro Franz Navarrete de Puebla, México; el Lic. Jaime Maussan, el Lic. Luis Ramírez Reyes del CIFEEAC, el Ing. David Triay Lucatero de Mérida, Yucatán, y muchas personas más que nos unimos en las primeras alertas OVNI organizadas por el CEUFO de Oscar “Quique” Mario, de la Pampa, Argentina. Todos ellos ayudaron a formarme una idea general de lo que era la ufología.

En el grupo ascendí pronto, fungiendo primero como Secretario y Coordinador de Informática; luego como miembro del Consejo Directivo. Esto me permitió tomar mi último puesto en la agrupación como Vicepresidente, al parecer vitalicio, o al menos así lo fue hasta que el grupo cerró operaciones el 7 de octubre de 2008. Al día siguiente, 8 de octubre del 2008, inicié "Informe U. F. O.". La página oficial está aún en construcción.


"La comparación de dos eventos separados por el tiempo y cuya naturaleza es desconocida, sólo nos da dos eventos desconocidos, y no la confirmación de uno con el otro para un hecho paranormal o extraterrestre".

¿Cómo fuiste creando tus aforismos, a partir de la reflexión incausada o ante circunstancias concretas?

Diría que ambas. A veces estoy en la oficina o en casa, haciendo algo que no tiene nada que ver con el tema, y de pronto me viene una idea. En ese momento tomo nota para no olvidarla o, si la inspiración viene con fuerza, escribo lo que me venga a la mente gracias a ese chispazo. Pero casi todas han sido detonadas por una circunstancia concreta que la reflexión termina por pulir. Pero al igual que el chispazo, me vienen a la mente durante la revisión de un caso mientras leo los detalles. En el transcurso de la lectura se presentan diferentes ideas que van tomando forma hasta que al final me viene la posible solución al caso, si esto es accesible en ese momento, y al mismo tiempo, si es que no está ya acuñada, una nueva frase. La frase cruda pocas veces se inmortaliza, pues queda de una forma en la que sólo yo la entiendo, es una especie de ideograma que el redondeo de la idea y la reflexión del caso en general pulen cuando la traduzco a blanco y negro. Otras, parafraseando a Alejandro Agostinelli, tienen palabras que mis demonios internos pusieron ahí, usando mi lengua como trampolín, pero ésas nunca llegan a ver la luz tal como surgieron.

Estas frases son la esencia del caso en turno o de una moda en general, producto del conocimiento empírico y traducidas al más puro estilo de los refranes o dichos populares tan característicos de México. Algunos de estos aforismos pueden ser tan obvios que es difícil pensar que no se acuñaran antes.

Y en este sentido, son una especie de prontuario que resume todo un caso o una búsqueda detrás; por ejemplo, desarrollando el porqué de la frase con la que inicias la entrevista, “Un momento para crear, una eternidad para creer”, podría decirte que fue acuñada directamente por su relación con un caso concreto y que a su vez se acopla a todos los casos similares aunque pertenezcan a diferentes ámbitos. En esa ocasión surgió por los falsos vídeos que circulaban en la red:

Los “OVNIS de HAITÍ” de David Nicolas, conocido como “número 6” en Partizan Labs o como “Barzolff814” en Youtube. En días pasados se publicó una nueva obra digital de su autoría, donde se muestra que ha alcanzado una maestría asombrosa.

El Chupacabras canguro” de John Merrill, promovido en Youtube con su nick de “Delirus42”, y que algún ufólogo trajo como atracción en sus conferencias, gracias a que un “internauta” se lo envió, provocando la consiguiente aclaración del autor.

Los Roques” de Manbird Productions, cuyo nick en Youtube es “manbird12000”, y que sirvió como viral para una nueva serie.

Y muchos otros que han saltado a la mesa ufológica con la finalidad de crear expectación mercadotécnica que los entusiastas, ya sea por desconocimiento, broma o mala fe, promovieron por la red o los medio televisivos como reales. El último caso, y más discutido aún en estos días sigue siendo sin duda “El OVNI Gallego”, un video parte de una campaña viral promovida por TERRA España para celebrar dos pájaros de un tiro: Su décimo aniversario como empresa y el 71 aniversario de la emisión radiofónica de “La Guerra De Los Mundos” de H. G. Wells, emitida desde el Teatro Mercury el 30 de Octubre de 1938 bajo la dirección de Orson Welles.

Muchas cosas salieron mal, en especial haber menospreciado el poder de propagación que tienen la Internet, la viralidad se les salió de las manos. El apasionamiento de un grupo cada vez más creciente de entusiastas, y el apogeo de oportunistas que se aprovecharon de la falta de buenas técnicas para determinar la autenticidad del vídeo hicieron que se empezaran a tejer maniobras muy elaboradas en torno a un asunto de mero entretenimiento. A pesar de las aclaraciones de los propios productores de la broma con un vídeo de “cómo se hizo”, el tema aún sigue en la palestra como un vivo ejemplo de un “ocultamiento a ojos vista”, nada más falso.

Quienes tenemos algo de experiencia con la información que circula por la red, sabemos que este tipo de “noticias” deben ser tomadas con pinzas, y no se debe contribuir a la desinformación publicándolas sin ser verificadas, precisamente con miras a evitar distribuir información dudosa. Sin embargo, como se ve en la actualidad, la ufología, al igual como sucede en los medios noticiosos, parece llevar una prisa endemoniada por buscar “ser el primero” en publicarla. La mayoría se escuda en que es necesario informar al gran público lo que otros medios no publican (¿?), pero parecen no ser conscientes de que hacen más daño que beneficio siguiendo la pauta de un periódico sensacionalista más que la de un investigador serio. Además, en este tipo de informaciones siempre existen puntos contradictorios y falsas promesas, como por ejemplo publicar la nota sensacionalista para impactar, a la par de un futuro estudio definitivo que nunca llega, aludiendo que la investigación amerita tiempo. Y estoy de acuerdo hasta cierto punto, pero en la mayoría de los casos no vale la pena invertir tiempo ni recursos; hasta el cerillo con el que enciendes un cigarrillo resulta excesivo.

Esas notas sensacionalistas vertidas con premura y que sólo inflan blogs y portales, no son rectificadas, de tal manera que para un lector despistado será la confirmación de alguna teoría de café que le da vueltas por la cabeza, perpetuando así una falsa creencia en algo que se puso de moda y se desmitificó en su momento, pero que este nuevo lector no se da por enterado debido a que su fuente de información no se hizo eco de la nota de rectificación del “caso” que otro sitio, que si hizo su trabajo, publicó poco después de la nota sensacionalista. Es así como las notas donde se muestra que se trataba del producto de una campaña viral, un relato exagerado o una broma nunca viajan a la misma velocidad que las notas que mueven al pensamiento mágico, ese resquicio tan buscado por los internautas que desean escapar de una realidad tan gris como agobiante y que creen a pies juntillas lo que leen, iniciando una nueva, ya vieja, modalidad: “Los Correos Cadena”, “La información chatarra” o el molesto “SPAM”.

Aún me llega correspondencia de nuevos internautas preguntando por la veracidad de “El video Haitiano”, que se trata de una animación CGI, o de “El video de Dubai”, que retrata plafones de techo decorado como si de cielo abierto se tratara. Muchos me llegan con la idea de darme una “novedad”.

Es así como el momento de creación del artista se convierte en toda una eternidad de creencias para el mundo virtual de los misterios, del que se piensa que todo es posible por más descabellado que parezca. A fin de cuentas, ya saldrá otra nota más espectacular que opacará las averiguaciones de la anterior, asegurando así el puntaje de tantos sitios llenos de notas de contenido basura y sin fundamento.


Voy a utilizar un aforismo tuyo: "El Problema con algunos sectores de la Ufología actual, es que olvidan lo que los ufólogos del pasado ya resolvieron". ¿Qué reflexión extra te merece?

La Ufología es muy rica en información y material de primera mano que han quedado grabados en los anales de la historia (la ufológica). Por ejemplo, podríamos mencionar los excelentes trabajos de investigación de Vicente-Juan Ballester Olmos y Ricardo Campo para definir lo que en 1979 se dio en llamar “El OVNI de Canarias”, además del magnífico trabajo que realiza con su proyecto FOTOCAT; las clasificaciones para encuentros con ovnis del Dr. Hynek, “Los 10 Principios de la Ufología” de Philip J. Klass, el Informe Nº 18 deNarcap y demás trabajos de organizaciones como NICAP, o la forma de trabajar de agrupaciones como MUFON durante la gestión de James Carreón, CIOVI con más de 50 años de trayectoria, hoy GEFAI, y muchos otras organizaciones que han aportado su material de estudio como “El Manual del Investigador” de Lucy Guzmán y Orlando Pla, o “Elementos de la Ovnilogía” de Milton W. Hourcade. Hoy no se toman en cuenta porque la nueva ufología se basa en un nuevo enfoque: “Ya están aquí, debemos probarlo”, y no en el viejo postulado de “Vamos a ver de qué se trata esto”. Hoy, el concepto de ufólogo ha cambiado de ser un estudioso del fenómeno a alguien que se cree cualquier cosa relacionada con los extraterrestres sin un meticuloso estudio, sólo se intentan confirmar teorías y almacenar información como si de un álbum de cromos se tratara.

Pero las enseñanzas no siempre vienen de un caso tan espectacular como el de Canarias, de igual manufactura al del 9 de diciembre de 2009 en Noruega; sino también de los casos pequeños, los del montón, se puede obtener el cómo las enseñanzas del pasado son eludidas por la “sagacidad miope” de los entusiastas actuales.

Uno de esos casos, que quedó en los anales del Proyecto Libro Azul, es para mí un caso muy especial. Se trata de uno sucedido supuestamente el 2 de Agosto de 1965, en Tulsa, Oklahoma. La imagen es muy famosa, y la publiqué en mi artículo de AFORTEANOSLA “Los OVNI de la eraDigital” para ilustrar lo siguiente:

1.- Las soluciones a los casos OVNI no se multiplican a la misma velocidad que el relato original, o simplemente no se publican. (Otra frase en maduración).

2.- En la mayoría de los casos OVNI se hace referencia a la confiabilidad de un testigo apoyados en los testimonios de sus vecinos, en este caso de Tulsa, parece que no se conocían muy bien, así que no podemos jactarnos de conocer bien a nuestros vecinos como para meter las manos al fuego por ellos.

3.- Los estudios fotográficos son confiables en la medida en que quien los realiza tenga una visión objetiva de las cosas y no sólo se circunscriba a los extremos usando ideas preconcebidas. Pero también es cierto que no siempre nos dan la solución al caso si las referencias son escasas o no hay un buen conocimiento y experiencia para analizar el caso. Sin embargo, por otro lado, que no se tenga una explicación contundente, no significa que se deba etiquetar el caso como extraterrestre “mientras” se llega a una solución satisfactoria, en todo caso se debe etiquetar como OVNI, en su más estricto significado.

Este caso fue resuelto por una afortunada coincidencia, y gracias a la revisión del material fotográfico al seguir la metodología de solicitar las fotografías anterior y posterior a la que motivó el estudio. En primera instancia dio como resultado que la foto no había sido tomada en agosto, sino en diciembre. Y el artefacto fotografiado era una lámpara de colores que iluminaba un árbol navideño, pero en esa toma, el flash no se disparó dando lugar a fotografías un “objeto” que resultó intrigante al revelar los negativos. Y como éste hay varios casos antiguos que aún se siguen presentando en sitios por toda la red como “La Mejor Evidencia OVNI”, y sin dato alguno más que fecha, lugar y ocasionalmente los datos de quien tomó la fotografía.

Esto me orilla a mencionar una frase que me han lanzado infinidad de veces para criticar mi escepticismo y que ahora uso para patentar la ceguera ufológica: “El árbol no deja ver el bosque”. Se está tan imbuido en confirmar una creencia, que se pasan muchos detalles por alto tales como contradicciones, lagunas, tecnicismos, y hasta exageraciones en los relatos y no ven el todo por no dejar de ver el OVNI, pero esta vez en su acepción popular, como “Platillo Volador”.

La ufología actual busca protagonismo y se revisa el pasado únicamente para dar validez a casos actuales, como si cantidad hiciera calidad, y no para buscar qué fue lo que en el pasado encontraron los ufólogos de ese tiempo con un caso similar. Ésta nueva ufología, cuyo parteaguas lo fijó el cierre de los organismos oficiales, se apoya en un juego de palabras que se supone sobreentendido y claro, pero que a la hora de hacer estadísticas o conteos no parece ser así.

Los casos no identificados no son automáticamente indicios de vida extraterrestre, sólo son casos para los que no se encontró una explicación convencional, ya sea por datos insuficientes o porque no se profundizó lo necesario o no se hizo un adecuado trabajo de campo, cosas que menciona Philip J. Klass en sus 10 principios y por lo cual se convirtió en “La Bestia Negra” de la ufología.

Hay casos que requieren una investigación de campo muy amplia, y otros que pueden resolverse en 5 minutos, pero lo más importante es que se estudien con mente objetiva y sentido común, aunque hoy el sentido común, como sabemos, es el menos común de los sentidos.

Hay muchas enseñanzas que vienen de la ufología del pasado, pero no son conocidas por lo entusiastas que hoy pululan por la red; que por el simple hecho de reportar un caso, estar en el lugar o cargar una cámara, se sienten ufólogos. Es entonces cuando nos topamos con “investigadores” que no tienen la más mínima idea de lo que es una “Parálisis del Sueño” asociada a un caso de abducción como posible explicación del evento. Es la causa de que todos se sientan víctimas de “ataques injustificados”, siendo que ellos mismos se colocan en el blanco de tiro cuando no buscan explicaciones racionales, sino sólo encuadrarlos en su verdad, pero no les interesa “La Verdad” porque ya hay un largo historial sin sustento técnico que avala cualquier cosa que ellos piensen.


"Donde reina la creencia la razón no existe, aunque la razón sea el origen de la propia creencia. En todo caso, razón y creencia son anacrónicas".

Leo, como muchas veces he repetido, tu eres un escéptico de los buenos, de los que abrigan una sana duda ante los fenómenos anómalos; con esto quiero destacar que no te tiras a la yugular de un creyente, que intentas explicarle tu punto de vista sin imponérselo, ¿qué clase de escéptico te consideras?

Me considero un escéptico en el sentido real, en el sentido que tu lo entiendes, que para creer se necesitan evidencias palpables o argumentos más válidos que el de decir “Tengo 500 casos iguales”; pero desafortunadamente el público en general sólo entiende el sentido que los ufólogos deshonestos han acuñado en defensa de sus fraudes; con expresiones tales como “negador oficial”, “escéptico recalcitrante”, “¿qué vas a saber a 8000 km?”, y otras más que tanto se mencionan hoy día. Es decir, si no sigues la línea impuesta por la mayoría, en la que unos cubren a los otros, atacan lanzando etiquetas que sirven como un código rojo para alertar a los demás y saber que hay un lobo en el corral. En el caso contrario, no importará que te encuentres en el Polo Norte, serás uno de ellos. Pero el tirarse a la yugular respondiendo a sus ataques no lleva a ninguna parte. He aprendido que cuando alguien no tiene un buen argumento para refutar lo que intentas explicar, recurre al descrédito y al insulto, mi idea de la investigación no es seguir juegos estúpidos, pues pienso que quien lanza el primer insulto ya ha perdido la partida. Eso sólo denota personas que desean hacer prevalecer su punto de vista sin una sola base argumental, defendiendo fotos borrosas, fácilmente explicables, como si se tratara del “Santo Grial”. Entrar en el “ring” equivale a caer en una ufología de escaparate, en la que sólo con insultos se hace prevalecer un punto de vista, y que no sirve para nada a la investigación. Mi forma de ser no es de confrontación, siempre he sido de entablar un diálogo abierto. Pero también sé que para entablar un diálogo se deben sentar las bases antes. Uno de los mayores errores que he visto en la ufología actual es el pensar que con invalidar un caso se está queriendo invalidar a la ufología en general, y no es así. De Joseph Allen Hynek aprendí que cada caso tiene su explicación única, el fenómeno OVNI no es un monolito que se deba entender como un único ente, no, el fenómeno OVNI es una mole formada por miles de ladrillos, unos distintos a los otros. Existen algunos parecidos y esos significan casos similares que con el hecho de explicar uno se pueden explicar varios, pero otros deberán tener una explicación diferente. Mi interés no es convencer creyentes sino hacerles ver esas diferencias, y que un escepticismo nacido de la curiosidad, en conjunto con la honestidad para con uno mismo, son las mejores herramientas para investigar este tema. ¿A mí de qué me sirve engañarme o engañar a los demás? ¿Qué me deja decirle a otra persona que su idea es falsa? Nada, en todo caso lo que hago es, si me parece interesante, revisar el caso, sacar mis conclusiones y publicar algo si lo amerita. Caso contrario, sólo queda como una enseñanza más en mi haber.

Hace años, con los programas de televisión que en México eran de confrontación entre "CREYENTES" y "ESCÉPTICOS", conocí el otro lado de la moneda. Un lado que me pareció muy seductor en un principio, a pesar de los comentarios agrios y burlones; pero también me di cuenta que el programa en sí era un payasada preparada para promover el distanciamiento de “bandos” permitiendo, entre otras cosas, el libre insulto y el descrédito con cero beneficio; sin embargo, los argumentos de los así llamados "Escépticos" se basaban en hechos, como la caída de chatarra espacial apoyada en una bitácora de reingresos y no sólo en una casuística. Lo más importante era que antes de apoyar la tesis extraterrestre, se descartaban otras posibilidades que hoy no se consideran. En ese entonces yo era crédulo total.

El gran público se autodenomina creyente o escéptico gracias a estos programas de debate que sólo cumplían con la ambición de una televisora por obtener rating. Sin embargo, desde el punto de vista de la historia ufológica, se destaca este hecho como que nunca se había dado tanto empuje públicamente a este tema y mucho menos dedicarle 11 horas con 10 minutos de forma continua en la televisión abierta a un programa de debate sobre el particular. Que por cierto, en ese maratónico programa no asistió ningún escéptico, así que los creyentes estuvieron a sus anchas.

No afirmo ni niego sin una explicación de por medio. Por lo que cuando me refiero a un caso, lo trato de explicar como si lo hiciera para que un niño de 6 años lo entienda, aunque a algunos adultos les resulte difícil entenderlo de esta manera, ya sea por soberbia, ignorancia o resentimiento. En la mayoría de los casos que me ha tocado revisar, no he encontrado detalles inexplicables que me hagan dar un fallo positivo para OVNI, sólo he encontrado suposiciones salidas por el estudio de sus “efectos” pero nada sobre las causas.

En 2006 me retiré a un año sabático, y fue cuando pensé en realizar un estudio sobre “OVNIS FORTUITOS” que empecé a concretar en 2008 y que aún está en desarrollo. Experimentar es lo que la mayoría de los ufólogos parecen dejar de lado. Como parte del estudio de los “fortuitos”, uno de mis primeros experimentos me llevó a publicar, el 17 de enero de 2009, un artículo sobre los RODS, y en próximos días estaré publicando uno para los ORBS. Ambos piezas fundamentales de la mitología actual adjudicada al fenómeno OVNI o paranormal por igual.


"Un mismo fenómeno, en circunstancias distintas, hace pensar en fenómenos diferentes. Pero fenómenos distintos, en circunstancias similares, hacen pensar en un mismo fenómeno. El detalle es ser lo suficientemente agudo como para saber la diferencia".

¿La tarea investigativa tiene algún efecto especial para ti, o sea, resurge el detective antes que el héroe o ambos al mismo tiempo?

Interesante pregunta, no me considero un héroe pero si un cruzado de la objetividad. Una de las primeras cosas que tengo muy claras es que la ufología no es un asunto de creer o negar, sino de investigar. Y para que una investigación sea objetiva, no se debe tener en mente una idea preestablecida. Se supone que no tenemos la más mínima idea de lo que encierra el fenómeno OVNI o lo que hay tras él, tanto así que existen infinidad de teorías que suponen una posible explicación para el origen del fenómeno, y para todas ellas hay partidarios.

El hecho de manejar a la ufología como un asunto de fe, la torna en una especie de religión donde cada quien saca de ella lo que desea, confirmando teorías, buscando verdades propias y contribuyendo con lo que se supone explica para cada quien su parte de verdad.

La objetividad también tiene su parte en el pastel, sin embargo algunos pecan en ese sentido por exceso, haciendo alarde de la libertad de expresión para tolerar cualquier punto de vista, pero llega un momento en que esa libertad se transforma en libertinaje dando lugar a una sarta de invenciones que no respetan siquiera los cánones establecidos por la propia ufología. Rondan las más variadas afirmaciones, algunas se contradicen. La experiencia me ha enseñado que en la ufología no debe haber banderas, colores, apasionamientos, ideas preconcebidas ni una predisposición a ver en los testigos un enlace con otro mundo. Primero se debe definir qué es lo que pasó con el testigo, definir qué es lo que vio en realidad, si esto es posible, y posteriormente, dar los hechos de forma imparcial en un reporte; así, quien lea el informe, será libre de formarse una opinión informada con los elementos de juicio que has puesto a su alcance, no simplemente decirle lo que debe pensar o ver escudándote en que “eres un experto” o con la cansina frase de “¡Ahí están las evidencias!”. Se puede expresar una opinión, que al final de cuentas será sólo una opinión personal, pero los hechos vertidos en un informe hablarán por si mismos si es que se plasmaron con verdadera objetividad.

Siempre me ha movido primero la curiosidad, así que primero aflora el detective, y eso más que nada es motivado por mi propia necesidad de saber de qué se trata. Pertenezco a varios grupos de análisis fotográficos de países como Argentina, Puerto Rico, Brasil y hace poco me integré a uno en Estados Unidos con miembros de distintas partes del globo del que recibo material de estudio esporádicamente, y lo primero que hago en los casos que llegan es revisar el material, siempre son fotografías, es el camino que escogí en este campo porque es lo que hoy en día se esgrime como que “No hay mejor evidencia”. Esto me ha permitido notar que existe un gran desconocimiento sobre efectos fotográficos por parte de quienes toman las “evidencias”. En primera instancia no leo el relato del testigo hasta que la imagen no me obligue a hacerlo. Los “porqués” son los primeros en aflorar, y cada “porqué” te va trazando un rumbo a seguir. Cuando se pone la cosa interesante, comienzo la recopilación de información y es entonces cuando leo el testimonio. Por lo general, los 10 principios de Philip J. Klass se aplican formidablemente, así que no se puede dar un juicio de la intención del reporte hasta no ver el panorama completo, que no siempre involucra una revisión en campo. A medida que se avanza surgen teorías, ideas locas algunas, y se van desechando las primeras en favor de nuevas que me van dejando más claro el panorama y que terminan por cuadrar la historia; muchas veces en contra de lo que el testigo afirma.

El problema aparece cuando se desea que otros lo pongan a consideración. Ahí es cuando empieza el camino cuesta arriba para que la explicación prospere, sobre todo cuando ésta choca con ideas preestablecidas o que llevan muchos años enquistadas en el pensamiento popular gracias a los entusiastas que sólo recopilan casos para validar sus ideas. Este es un gran error de los investigadores actuales, “La mayoría buscan su verdad, no La Verdad”.

Desde el punto de vista junguiano el héroe que llevo adentro se regocija con el plan, porque hago lo que me gusta.

Pero esta palabra me lleva a su otro uso, más vulgar, el que demuestra heroísmo. Ahí me detengo un poco y te ratifico que mi postura no es de confrontación, en realidad sólo trato de aclarar un caso que me ha tocado revisar y dar mi conclusión lo más objetivamente posible para que el gran público vea que no todo lo que brilla es OVNI, pero es entonces cuando se deben sacar las dotes escolásticas y explicar todo paso a paso. Por otro lado, el error de algunos de los llamados escépticos con conocimientos es que tienen la solución a muchas malas interpretaciones OVNI, pero no tienen el tiempo o la paciencia para explicarlo de una manera sencilla y sin burlas u ofensas. Pero esto también puede tener su origen en la nula esperanza de que la explicación sea aceptada gracias a los oficios de ufólogos entusiastas, entercados o atrapados en una burbuja de tiempo muy retro.

Siempre he pensado que antes de lanzar las campanas al vuelo, se debe verificar si ese lance de repiques es justificado. Mi escepticismo no sale de la negación, sino más bien de la duda de si un caso es real o no, y aunque el sentido común me indica que un caso pueda ser imposible, se debe demostrar con un análisis al alcance de mis posibilidades con la ayuda de los actuales equipos electrónicos e informáticos en caso de ser una evidencia fotográfica o fílmica, o “mojarse los zapatitos” si requiere verificación en campo.

En un mundo donde se desea creer, cualquier cosa que justifique esa creencia será recibida con reverencia, así sea una plasta de color sin forma. Mi curiosidad me impulsó a irme por el lado de las evidencias fotográficas y fílmicas. Poco a poco fui conociendo algunos términos propios del área y finalmente esto me llevó a idear lo que tal vez será mi más interesante trabajo. Para los que conocemos algo de fotografía, y hemos entrado al manejo de software de edición, es obvio que una fotografía producto de una cámara casera, como la que puede comprar cualquier persona en un supermercado, sólo capta luz, no calor. También es obvio que programas de edición fotográfica tales como GIMP, PICASA, o PHOTOSHOP tiene filtros que pueden ayudar a definir algunos detalles, pero nunca harán una real separación de calor aunque así lo parezca. Estos programas sólo trabajan alterando las bandas de degradación de color, y esa degradación de color es lo que da el efecto que quiere hacerse creer que es un “análisis termográfico”. Se aprenden otro tipo de cosas cuando se va siguiendo una línea derivada de un porqué, como por ejemplo que la aberración cromática no es un campo energético que roda al platillo volador, sino un efecto de la mala convergencia de una lente.

Estas falacias de análisis y los efectos de cámara, aunados a objetos de extraña forma que aparecen en las fotografías inadvertidamente, refuerzan la falsa premisa de que una cámara es un aparato que toma lo que “el ojo no ve”, creando una horda de entusiastas que lanzan fotos al aire a la espera de que algo “extraordinario” aparezca en sus imágenes, incitados por los líderes de opinión que han fomentado esa falsa creencia. Afortunadamente, no en todos los casos se ve esta desmedida credulidad, y los testigos no son del todo culpables, en todo caso lo son quienes les han infundido esas ideas en la cabeza publicando las imágenes como algo que no es.

Gracias a esto tenemos toda una gama de “artistas” que exponen sus “análisis” de color, deformando aún más la de por si chapucera prueba de algo extraño captado fortuitamente en una imagen fotográfica. Aquí es donde surge el cruzado tratando de explicar la verdadera naturaleza de las cosas porque se abusa del término OVNI de una manera engañosa, pues aunque se habla de un objeto volador no identificado, que nadie niega, se deja implícito el sentido de que son artilugios “tripulados inteligentemente” y se olvida olímpicamente que en el cielo existen pájaros, aviones, insectos, reflejos solares, manchas en la lente, polvo en la lente, polvo iluminado por el flash y muchas otras tantas cosas que se suman a los fenómenos asociados a las cámaras.

Entre el gran público, que está ávido de cosas raras, existe una gran confusión en torno a estos temas. Quienes gustan de estar al tanto, muchas veces están en una confusión con respecto a los conceptos; me ha tocado ver foros, comentarios a notas sensacionalistas y entrevistas, donde el gran público se refiere a los “ocupantes” como OVNI, cuando deberían ser llamados “extraterrestres”, ”seres”, “entes”, “ebes”, etc. Este es ya un segundo grado de deformación en la información gracias a sólo son entusiastas, y eso es lo que los diferencia de los verdaderos investigadores.


"Decir lo que la gente quiere oír, hace más daño que la verdad".

¿A qué le atribuyes la resistencia que se opone al escéptico que resuelve un misterio, demostrando que no era tal?

El detalle del asunto es que quienes fomentan la ufología como dogma de fe; ya sea por dolo, ignorancia, dinero o fama, tienen mayor éxito y penetración en los medios masivos que quienes desentrañamos el misterio; y eso se debe a que lo fantástico vende, resolver un misterio es atacar un modus vivendi que no muchas veces es honesto y un statu quo más bien anquilosado, arcaico y oscurantista, de ahí la resistencia y los consiguientes ataques. Además, la ufología actual se maneja como si de un medio de entretenimiento se tratara; lo que me recuerda una frase que leí en un blog de cine:

«Me gusta el entretenimiento de masas. Yo mismo he escrito entretenimiento de masas. Pero es lo contrario del arte, porque la función del entretenimiento de masas es seducir y adular a los consumidores, para transmitirles la idea de que aquello que consideran cierto es realmente cierto, y que sus gustos y su gratificación inmediata son la máxima prioridad para el proveedor. La función del artista, por el contrario, es decir: ¡Un momento! Al contrario, todo lo que habíamos pensado es incorrecto. Debemos revisarlo.»

David Mamet.

Así que cualquier persona que intente explicar un aparente fenómeno anómalo que un investigador muestra como atracción en sus conferencias, invariablemente moverá la ira de los dioses, y aprovechándose de su lugar privilegiado como líder de opinión, hará por contagio que sus lectores, seguidores o fanáticos también lo odien por eso, como sucedió con los programas de debate que acentuaban estas diferencias de opinión emulando bandos de guerra. Y esto sin importar que la “atracción” sea desmitificada finalmente. Quien lo promocionó toma un papel de oídos sordos un tiempo o menciona que fue engañado por quien le envió la evidencia, y esto bastará para seguir en su “trono” con la siguiente “superevidencia” de mañana; al fin y al cabo, “El Show debe continuar” y los creyentes le seguirán hinchando los bolsillos.

Creo que aquí me gustaría aclarar un poco de lo que mencionaba arriba sobre creyentes y escépticos, y ésto es que no son términos que me guste utilizar, pues no apruebo que se siga fomentando la mala idea de que la ufología es un asunto de bandos o que se soluciona con batallas campales entre etiquetas contrarias. La ufología se afronta con argumentos y razonamientos, si estos no existen, quien no los tenga, no tiene nada qué hacer dentro de este campo.

Existen grupos e investigadores que buscan sus verdades, y por otro lado también existen grupos e investigadores que buscan La Verdad. Lo malo del asunto es que el gran público está en medio de ambos, y ellos son quienes toman partido de una u otra facción. Las múltiples divisiones que esto pueda acarrear, ya es cuestión de la actitud que tome cada uno para consigo mismo; sin embargo es lo que termina por confundir a los entusiastas, que se sienten obligados a tomar un bando; y es aquí donde el abanico se abre, en lugar de converger; cosa que nos da el indicio inequívoco de que el asunto de los no identificados, entre el ciudadano común y silvestre, se meramente sociológico.

Desafortunadamente a los ojos de quienes no toman partido en el tema la situación es distinta. Permíteme poner de ejemplo el comentario de uno de mis 4 lectores del blog donde resume de  una manera escalofriante lo que un ufólogo es para la comunidad no entusiasta en general:

Me resulta sorprendente ver un artículo tan escéptico de una persona que se autodenomina Ufólogo. La imagen que tengo de esas personas es que cada avión, helicóptero, gaviota, estrella fugaz que surca el cielo, o cada incendio en una montaña es un OVNI.

Creo que si alguien tenía dudas del porqué la ufología no se toma en serio, ahí tiene la respuesta.


"Sólo se necesitan unos párrafos para difundir una mentira, pero ni el volumen de 10 enciclopedias convencerá de la verdad cuando se desea creer”.

A partir de este aforismo se denota tu preocupación por la verdad, háblanos de eso.

Esta frase surgió por dos preocupaciones y una consecuencia. Una preocupación es la verdad y la otra la credibilidad, que se resume magníficamente en una frase de Friedrich Nietzsche:

Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.

La verdad, obviamente que me preocupa, pues para mí es un valor muy importante. Como te comentaba arriba, ingresé a este medio desde hace años porque yo deseaba saber qué hay detrás del fenómeno OVNI. Y empecé mi investigación leyendo casos, haciendo 15 años de investigación de campo y tomando entrevistas a testigos con lo que sólo quedaron relatos, cintas, grabaciones y un montón de datos anecdóticos. Empecé a ver que la mayoría de los tejidos de la historia ufológica estaban cimentados en frases al aire que se decían gratuitamente comenzando con un “Yo pienso/creo que…” cuya segunda edición era “fulanito de tal dijo…” y así sucesivamente se iba hilvanando una línea de pensamiento que no estaba fundamentada. La investigación es una búsqueda y rescate de la verdad, no una razón de condescendencia para con una idea establecida que sólo se repite para llenar libros o teatros.

El sensacionalismo vende y como tal, se comporta como el medio del entretenimiento que de entrada coloca un titular atrayente pero que al entrar en materia vemos que se trataba simplemente de un gancho para vender la revista, el libro o una entrada a una conferencia. Sin embargo, como lo hemos visto en los foros, no todo se lee en su totalidad ni se entiende en su justa medida. La mayoría se queda con los encabezados sensacionalistas. Hace poco vi esto revisando viejas películas, en especial “CAPRICORN ONE” (1978), que habla de una falsa misión tripulada a Marte. ¿Cuánto se ha escrito de este fraude pero adjudicándoselo a las misiones Apollo?

Hay mentiras que no importan, pero otras, como las de que estamos ante un inminente desastre planetario, motivan ideas de toda índole.

En septiembre del 2009, un fanático religioso de origen colombiano radicado en México, secuestró un avión con la amenaza de hacer estallar una bomba si no se le concedía audiencia con el presidente de México para notificarle de un terremoto que tendría lugar en la Ciudad de México.

En 1997 un grupo sectario llamado “The Heaven’s Gate” protagonizó el suicidio de 39 adeptos al culto gracias a los oficios de su líder, Marshall Applewhite, para una vez “desprendidos de sus cuerpos”, pudieran abordar la nave que venía tras el cometa Hale Boop. Cabe mencionar que en 1977, en la desaparecida revista mexicana “Contactos Extraterrestres” se denunció a este lunático, que entonces era acompañado por una mujer, de que podría ser peligroso, y no se hizo nada en ese entonces.

Un acto similar de suicidio sucedió en España en 1972, donde en una nota, a manera de mensaje póstumo, los fallecidos mencionaban que eran llamados por los extraterrestres.

Hoy tenemos los constantes avisos de llegadas de seres del espacio, y no vayamos tan lejos; 14 de octubre de 2008, la llegada de “Ashtar Sheran”, un alienígena promovido por Eugenio Siragusa en 1962, con quien aseguraba haber contactado. Desde entonces ha estado en proceso de venir a evacuarnos ante un nefasto final planetario.

Afirmaciones virtuales y gratuitas pueden provocar actos en la vida real que nos hacen poner en tela de juicio la permisividad de que cualquiera pueda publicar lo que le venga en gana en la red. Y me refiero a la red porque en prensa, radio y televisión son más cuidadosos en dar este tipo de notas y aseveraciones como verdades. Por eso algunos entusiastas se jactan de tener un programa de radio, blog o página Web por la Internet donde pueden “informar” lo que en otra parte no se publica; contribuyendo así a la falsa idea de que la causa de la falta de información de esa índole es un ocultamiento inducido por una gran conspiración.

Ese es el interés que tengo en la verdad, en tratar de frenar ese oscurantismo que intenta atraparnos de nuevo gracias a la excesiva hambre de estar bajo los reflectores por parte de sus postulantes, pero que no ven más allá, y que están contribuyendo a la misma desinformación a la que aluden, y que tal vez en el futuro los haga ser también víctimas de los monstruos que ahora están creando. La mente es poderosa, pero ésta no sirve de nada si un dedo no se mueve. Se han movido muchos dedos y no es por “La Ley de Atracción”, sino porque se permite enajenar a las masas y estas actúan en consecuencia.

Se tiende a pensar que por el simple hecho de estar publicado en un portal, blog o página de internet ya es algo fidedigno, como antes lo era que fuera publicado en un libro, donde por lo general no había una sola referencia.

El gran público no está acostumbrado a investigar para saber si lo que le llega por correo todas las mañanas es verdad o no; sólo lo lee, se impacta y lo reenvía o lo comenta en alguna reunión para impactar a sus conocidos. Hoy, la gran mentira que circula es que “National Geographic destapa el Fraude de Stonehenge”. Yo podría decir ¿Qué me importa si Stonehenge es verdadero o falso? Pero la curiosidad no me deja en paz y empiezo a hurgar. Es cuando encuentro, en tan sólo 2 clics, que todo se debió a una broma de un periodista español para el 28 de diciembre de 2009. El 28 de diciembre es el equivalente al 1 de abril para los anglosajones. Y son innumerables las historias fantásticas que circulan de esta manera, en especial en los foros de discusión.

La diferencia entre cómo ve el gran público las noticias diarias y cómo las veo yo, es que no me quedo con la curiosidad de saber cuál es el origen de la información, o si quien me lo envía es una fuente confiable o si se reenvió de un sitio confiable. Desafortunadamente todas terminan siendo patinadas, bromas, mentiras o campañas virales.

Sófocles decía: “Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja”, yo agregaría: “Lo que pasa es que no conoció la Internet”. Las mentiras no sólo se hacen viejas, sino que crecen y se reinventan. ¿Qué más prueba que los 62 años de ufología que llevamos a cuestas o los 2000 y pico del cristianismo?.


"Los Mayores Detractores de la Ufología son los entusiastas y los propios Ufólogos".

He destacado este aforismo de entre los muchos que pones al pie de tu firma, ¿puedes explicarlo?

Muchas veces he escuchado la frase lastimera a modo de reclamo y daga tira testas: “Es que los científicos no nos toman en cuenta”, o “Los escépticos nos atacan”. He leído información de todo tipo, tanto del lado entusiasta como del lado racional y he llegado a la conclusión de que ellos mismos son los culpables de que la ufología sea vista como una payasada.

Sabemos que H2O es agua, aquí y en Marte, pasando por la Luna, y eso es ciencia. Pero en la ufología preguntar ¿Cómo son los extraterrestres? causa un debate que hasta la fecha no ha logrado llegar a un acuerdo. Si damos una rápida mirada a la historia veremos que sus formas han cambiado radicalmente de una década a otra, pero nosotros, el ser humano moderno, no hemos cambiado por lo menos en 60,000 años. Claro que se pueden hacer ejercicios filosóficos o aludir a una tecnología distinta y demás yerbas dimensionales, pero hasta ahora no tenemos un “Hola” escrito con tinta alienígena, así que cualquier explicación queda en la especulación.

¿Cómo se espera entonces que se tome en serio un tema en el que no nos hemos puesto de acuerdo en probar siquiera si están o no aquí, si es que verdaderamente se plantea esta cuestión fuera de protagonismos o creencias?

También se hablaba de colegiar la ufología. Yo estaría de acuerdo, ¿Pero qué materias llevaría? Todo el conocimiento acumulado tal vez cabría en “Historia de la Ufología” y sólo tras una revisión concienzuda de todo el material que se ha ido plasmando en ella. Pero nada más. Las herramientas que se necesitan para el estudio serio de la ufología las hemos tenido siempre al alcance de la mano, y esas son las materias de cualquier carrera universitaria.

Con estos antecedentes y el afán de protagonismo que nos caracteriza a todos, podemos colocar también como detonante de esta frase los constantes enfrentamientos entre ufólogos. Y es entonces cuando, como dice el refrán “A río revuelto, ganancia de pescadores”, sale a flote el limo que en otras circunstancias no veríamos. El descrédito está a la orden del día entre los que avalan un caso y los que presentan argumentos en contra, de tal forma que si algo  avanza en cualquier sentido,  retrocede dos o tres veces más que lo avanzado por obra de estos pleitos de vecindad. No se diga si la ciencia entra en escena y les tira el teatrito.

La incursión de entusiastas que con el sólo hecho de traer una cámara a cuestas hace que se autodenominen investigadores, fomenta también una mala imagen que al exterior se muestra como que todo lo que no sea reconocible en el cielo es OVNI, aunque el sentido común nos diga que puede tratarse de un pájaro, insecto o un avión mal enfocado. Cuando se hacen notar estas otras posibilidades, salen a colación las etiquetas de guerra aprendidas de sus mentores, y esto es un cuento de nunca acabar.

El gran problema es que no existe el sentido común, porque más parece que lo que interesa es llenar casuísticas y no el resolver casos. De esta manera ¿Cómo se puede tomar en serio a la ufología si los propios ufólogos la convierten en un circo mediático.


“Cuando se hace investigación, algunos investigadores buscan su verdad, no La Verdad”

¿Quieres decir con esto que la investigación ufológica es mayormente subjetiva?

Así es, y esto se debe a que nuestras opiniones van en función de nuestras creencias, suposiciones o ideas preconcebidas, siendo ésta una de mis tesis de investigación que me han llevado a aprender que la mayoría de los ufólogos no buscan “La Verdad”, sino “su verdad”. Y con “investigadores” como la mayoría, podemos ver que las ideas preconcebidas son un arma de doble filo, pues el buscar que una evidencia sea a toda costa lo que se desea, nubla el juicio y no se puede ver más allá de lo que se quiere ver.

Por eso vemos ufólogos especializados en “flotillas”, “abducciones”, “mutilaciones”, “luces”, como si ser ufólogo resultara producto de un estudio de especialización similar a la medicina. En todo caso, cada uno escoge el tema que le llama más la atención. Pero la ufología no debe circunscribirse a una sola manifestación aislada del fenómeno ni descartar el gran potencial sicosocial que encierra cada reporte. El simple hecho de reportar una foto rara a un ufólogo, ya es un indicador de hacia dónde va la idea del testigo y que el público en general ya no es ajeno al tema.

Sabemos que para decir 2 primero debemos pasar por el 1, luego 3, 4 y así sucesivamente. En estos terrenos brincamos como si de números primos se tratara. Encontramos un ufólogo que está con el 1 en su cabecera y aún se maravilla con luces haciendo vigilias nocturnas, cayendo en la peligrosa trampa de que cualquier luz en la oscuridad será un OVNI, más aún si no trae trípode, y al mismo tiempo en el mismo campo, otro ufólogo va en 5 estudiando el por qué los extraterrestres están sufriendo un retroceso en su genética y necesitan de nosotros para trasplantes de órganos, cuando su tesis de campo está basada en algo que se dijo en 1980 y de lo cual no hay la más mínima evidencia.

En la ufología ya se habían dado descubrimientos interesantes, por lo general no los que las masas querían. Pero ya se habían dado por sentadas las bases de un estudio que se antojaba, como ya lo mencioné, sociológico y que culminó con el cierre de los proyectos oficiales. “El Reporte 14”, informe en el que se basó la serie de televisión “PROJECT UFO”, daba cuenta de estos estudios resumidos en estadísticas arrojando un porcentaje muy bajo de reportes como “no identificados”, no significando con esto que se trate de una verdadera entidad alienígena. Hoy en día, que una agencia gubernamental haya investigado OVNIS es motivo de toda clase de sospecha, pero parece que no se toma en cuenta que a las fuerzas armadas sólo les interesa que no se trate de una amenaza a la seguridad nacional, y en este sentido, para ellos, puede tratarse de aviones espías de manufactura secreta, no olvidemos que la mayor efervescencia de “La Oleada Platillista” se dio durante el período en que la amenaza comunista gestó el temor al “Enemigo Interior”.


"Una vez levantado el altar, no hay nada que baje al Santo".

Ya que hablamos de esto y teniendo en cuenta que antes dijiste que lo fantástico vende, te pregunto, ¿por qué piensas que la verdad no vende?

El gran público desea salir de la rutina, ser sorprendido y sacado de su existencia gris. Entre más precaria sea la situación que pase un ciudadano común, más se inclinará hacia el pensamiento mágico buscando un escape. Si se le dice que ese escape es producido por la pérdida de control en su vida, rechazará la idea porque para él es algo muy real.

Otro detalle del porqué la verdad no vende, es porque a nadie le gusta que se le diga ignorante o alucinado; que aunque no se les diga literalmente, lo suponen, al dar una explicación que no esperan y es entonces cuando sacan a colación la larga lista de casos que a través de la historia se han ido bordando con dedicación por los recolectores de siempre, más no por los solucionadores de ellos. Y es así como tenemos una casuística tan grande pero que sólo se refiere a reportes, no a casos investigados debidamente y etiquetados, después de un exhaustivo análisis, como objeto volador no identificado; que como sabemos, no es garantía de un objeto extraterrestre, sino más bien de la insuficiencia de información necesaria para poder definir su naturaleza. Un OVNI es sólo un objeto desconocido cuya naturaleza escapa a nuestra percepción ya sea por las circunstancias o el corto período de su avistamiento, pero como lo he comentado varias veces, no necesariamente es extraterrestre.

El encanto del fenómeno OVNI estriba en que nunca se ve el cuadro completo o al menos eso se refleja en los reportes de avistamientos. Es similar a escuchar una conversación a medias. No se sabe el contexto en general y lo poco que se ha alcanzado a escuchar es suficiente para armar una historia que no concuerda con la realidad de la conversación completa. Esa es exactamente la historia de la ufología, un “fenómeno” visto parcialmente.

La mayoría se queda con "fenómeno extraño", prefiriendo pensar en un acontecimiento fuera de lo común en lugar de invertir un poco de tiempo en averiguar lo que sucedió. Igual como pasa con los correos chatarra. Todo mundo los reenvía, pero nadie los investiga, y a lo mucho con dos clics se sabe que casi el 100% son falsos. A este respecto tengo dos muy buenos por publicar.

¿Hay algo de desidia en todo esto? ¿O los escépticos están cansados de repetirse sin éxito?

Definitivamente que si Mirta, ambas cosas. Por un lado el gran público no tiene paciencia para investigar, y más aún para hacer una labor escolástica, entonces dirige su mirada hacia el pensamiento mágico. Por otro lado quienes intentan explicar alguno de los casos que llegan, se enfrentan a que detrás de él hay una creencia muy arraigada y los intentos de explicación no encuentran eco. Es cuando se da esta impresión de cansancio o hasta de apatía; y los entiendo, porque me ha pasado, ha sido un detonante para desligarme del medio en varias ocasiones antes de caer en la maraña, pues hay mayor número de entusiastas que nublan la red que quienes tratamos de aclararla. Llega un momento en que es molesto repetirse. Por cada uno que desea explicar un fenómeno, surgen 10 entusiastas con 10 historias que intentan validar el punto contrario del que estudiaste. Esto me recuerda lo sucedido en un foro cuando llegó un video para un programa de TV que se había sacado de contexto, obtenido del sitio Youtube.

Al tan sólo mencionar que el video era creación digital para un programa, llega un mensaje en que se me acusa de querer negar el fenómeno en general así como un avistamiento del emisor, cuando en realidad no hablaba del tema en general, sólo me refería al caso del video que había llegado donde se mostraban 4 esferas rodeando una planta de energía.

Me parece interesante traer al tema este intercambio, Mirta, pues sucedió en tu foro del cual soy moderador, razón por la cual este material es público, mas sin embargo omitiré los nombres:

Hola:

Todo ello es para hacer dudar al publico sobre el tema OVNI; tengo la sensacion; que para usted nada sera una prueba; aun viendo un OVNI; usted lo negara, le hara pruebas y una serie de cosas y no creera.

Le digo esto ya que tengo un video que nos trajo CEREALOGISTA HUGH NEWMAN

------- cortado --------

Donde se ve un elicoptero de la real fuerza britanica siguiendo esta esfera en plena luz del dia; y considero que ellos si sabe que es un fraude no van a perder tiempo, siguiendo unas bolitas blancas solo para jugar.

Ya le dije es su paradigma, tengo experiencias de ver una nave a 300 mtrs, hice contacto con un ser que no quiso mostrarse ante mi, tengo un hno que viajo a otro planeta.

Que mas, en nuestro caso ya no estamos para demostrar nada; porque aceptamos que todo existe.

Otro ejemplo; se que para usted sera fantasioso, un contactado aca en Peru fue llevado a un planeta asi como el nuestro que es eL mundo de los picapiedras.

Ahora, para que se ria una nave plateda se puede convertir en nube, en avion comercial, en lo que le ordene el Padre Solar que los tripula.

Aun aceptando que es verdad lo que dice no prueba lo contario

Saludos

xxxxxxx

Mi respuesta fue esta:

Mí estimado xxxxxxx:

Mis comentarios no son sobre el video que usted menciona, sino sobre el que nos envió xxxxxx.

Es un error, muy común en este medio, querer validar una evidencia con otra similar, y más aún cuando se ha demostrado que uno es falso y que fue creado para un documental.

Sus experiencias, en nada tienen que ver con este caso. Y menos aún que intente invalidar mi opinión porque no es con el afán de negar. Está en todo su derecho de disentir, si así le parece, pero creo que ante la información que he enviado, no cabe la duda, al menos para este caso de las 4 esferas, que la evidencia no es real. Y no es que para mi nada sea una prueba, simplemente este video es falso.

Quiero suponer que dice todo esto por no haber leído mi mensaje completo, y no por una errónea visión de lo que es la investigación OVNI o sólo por verlo como confirmación a ideas preconcebidas.

El fenómeno OVNI no es un monolito que se pueda validar o rechazar con la solución de un solo caso, y eso lo tengo bien claro, sería un necio si hiciera una afirmación así, como también es necedad afirmar lo contrario. Y ese es otro error muy común en este medio, creer que con invalidar un caso, se quiere invalidar todo el fenómeno. El fenómeno OVNI es una torre de miles de ladrillos en la que cada uno de esos ladrillos es un caso diferente, aunque para nuestros ojos pueda parecer similar a otro. La investigación aclara cada uno de esos ladrillos y los va restando de la masa. Pero entre todos esos ladrillos, hay casos como este, en que la “evidencia” es un video generado por computadora, otros se deben al entusiasmo de la gente, y no se deben descartar fraudes, malas interpretaciones, fenómenos naturales que no son conocidos por el común de la gente, o la idea de un MARKETINERO al que no le importa la ufología y la usa para promover un producto.

Es labor de quien desea investigar este fenómeno, aclararlo hasta la medida de lo posible, y no nada más ser un recopilador de notas, videos o fotos, o convertirnos en seres paternales diciendo lo que el gran público desea escuchar y no lo que en realidad es, para eso ya existen muchos programas de televisión. ¿Entonces cuál es el sentido de perder el tiempo en estar leyendo toneladas de correos, y tomarnos la molestia de buscar una explicación y de llamarnos ufólogos u ovnílogos, si cada que se explique un caso, nuestras conclusiones no serán siquiera consideradas? A esta rama de la investigación, que no es oficial, se le ha puesto el sufijo LOGOS, que significa “ESTUDIO DE”. Y un estudio amerita un proceso, no una creencia. Además de material palpable que se pueda someter a un análisis, no sólo deseos.

Antes de voltear al cielo, se deben buscar posibilidades, para no ser víctimas de esos deseos. Una cosa es lo que queremos ver, y otra lo que en realidad estamos viendo.

Nada de lo que mencioné en el mensaje referente a este video es invención mía, lo puede comprobar leyendo lo que se dice en ambos canales de quienes montaron el video, o contactando al autor, a quien le puede preguntar por este documento, ya sea en el sitio de la productora para la que trabaja, o en su canal de Youtube.

Si con el testimonio de la persona que lo hizo, y el sitio donde la productora lo muestra entre su galería de trabajos no es suficiente para que acepte que este video en particular es falso, entonces, amigo mío, ya no está en mis manos convencerlo, ni es mi deseo.

Me propuse hace muchos años investigar este fenómeno porque me interesa saber qué es lo que realmente hay detrás de lo que todos llaman OVNI, nadie está más interesado que yo en que esto sea una realidad, pero tampoco deseo engañarme a mí mismo ni a los demás, así como tampoco me convertiré en abogado del diablo por un tema que ha dado tanta tinta a lo largo de 62 años, y no me considero un evangelista.

Expongo mis ideas y conclusiones, pero a la larga sólo me servirán a mí, porque al final de cuentas he comprobado que la investigación es un camino personal, razón por la cual los grupos no prosperan. Se podrá tener un mismo objetivo, pero nunca una misma visión de las cosas.

¿Por qué para creer en algo sólo basta un video, una foto o unos cuantos párrafos, y para explicar que no es lo que se cree, ni con el contenido de 10 enciclopedias británicas se puede tan sólo considerar que una evidencia pueda ser falsa?

Este es el sitio de quien mostró el video en el correo del Sr. xxxxx:
Este es el canal del Autor:
Sólo como nota al margen le diré que CGI significa COMPUTER-GENERATED IMAGE (Imagen generada por computadora), que en español corresponde al vocablo INFOGRAFÍA y que también usa el término FOTORREALISMO.
Hace 3 horas, el autor subió un segundo video para el mismo documental… una luz brillante que surca un lago… donde dice que lo ha hecho él:
Y este es el sitio de la productora para la que trabaja el autor, ahí verá, como lo dije en mi mensaje anterior, que este video del que hablamos, es parte de sus creaciones:
Aquí podrá ver todo lo que hace esta productora y para quienes han trabajado. Son profesionales, de ahí su nombre EXTREME DIGITAL PRO:
Sin más que decir al respecto de este caso, quedo a sus órdenes. Me gustaría leer las opiniones de los demás miembros al respecto, si han seguido el caso.
Saludos.

Leopoldo Zambrano Enríquez
Informe U. F. O.
Monterrey, Nuevo León. México.


"La Ufología es un estudio multidisciplinario. Los enigmas de este campo no se resuelven sólo con ver al cielo".

Sé que Carl Sagan es un referente de peso para ti, cuéntame algo sobre esa influencia.

Carl Sagan siempre ha sido motivo de inspiración para mí, porque él representó un punto medio entre el ciudadano común y la comunidad científica. Creó un puente de enlace entre dos mundos ajenos hasta entonces, promovió el pensamiento crítico y el amor por la observación científica, pero sin dejar de lado la parte sentimental que nos impulsa hacia el saber: La imaginación y la curiosidad.

Tengo en mi biblioteca: "Dragones del Edén", "Un Punto Azul Pálido", "El Cerebro de Broca", "El Mundo y Sus Demonios", "Cosmos" (Serie en VHS y DVD + Libro + Soundtrack), "Miles de Millones", "Murmullos de la Tierra" y "El Cometa".
Conozco el interés que tuvo por la vida extraterrestre desde las conferencias de fines de los 60's y principios de los 70's que derivó en la creación del proyecto SETI. A 30 años de haber visto por primera vez "Cosmos", supe de Sagan casi todo. Una de mis pasiones también es el cine, y en este campo Sagan también estuvo presente con su novela "Contacto", llevada a la pantalla grande sin que pudiera verla terminada.


"Cualquier mentira que se gesta en la WWW, encontrará la muerte en la misma WWW. El secreto es beber de la fuente correcta".

¿Te parece que el sano escepticismo va ganando terreno o sólo lo deseas?

Me parece muy sano ver las cosas fantásticas con cierto escepticismo. El escepticismo te mueve a buscar, a investigar las razones, causas y motivaciones, un sano escepticismo podría equipararse a la curiosidad que motivo a los inventores y descubridores de todo lo que hoy disfrutamos. Lo que me es gratificante es ver que cada vez hay más gente dispuesta a pensar. Me entusiasma que los jóvenes hablen de escepticismo sano y no sólo de negar algo que suena a tontería. Tal vez el siglo XXI sea el hito que todos esperamos para acabar con lo que parece el inicio de una nueva era de oscurantismo. Una era de retroceso que inició con los problemas sociales de 1968.

Pueden existir fenómenos desconocidos para nosotros, o para la propia ciencia, que por su naturaleza única no son susceptibles de ser analizados bajo los estándares del método científico, hasta que se logre tomar una evidencia de su existencia, como sucedió en el caso de los rayos bola.


“No por ser una eminencia, se deja de ser humano, y del ser humano es errar”.

¿Cuál es el caso que te ha costado más resolver?

El caso que más me ha costado resolver es uno propio. Hace algún tiempo lo hice público en los foros, y como era de esperarse cayeron 2 o 3 similares y mucha gente se acercó a mí para comentarlo. Cosa que no sucede cuando estás en contra de un caso en específico. Curiosa humanidad.

Nunca lo había contado, salvo a un muy reducido grupo de amigos, ex-compañeros de investigación, y recientemente en nuestro foro, Otras Inteligencias, ¿Recuerdas?, donde se debatía precisamente cuál había sido el caso que más nos hubiera impactado.

La experiencia fue así:

El que más me dejó impactado es el que me sucedió el verano de 1991. Este suceso fue compartido con un compañero del grupo al cual pertenecíamos en ese entonces, "Fundación Cosmos, A. C.", mi compañero era el Sr. Ernesto Estrada Bustos.

En ese entonces se decía que en la cima del Cerro de "Las Mitras" se veían luces por las noches, nosotros no habíamos tenido ninguna suerte en las varias vigilias que habíamos tenido desde nivel de piso. Así que ese verano decidimos formar un grupo de exploración que dividimos en 4 cuadrillas de dos miembros cada una. La idea era subir el cerro y hacer guardia nocturna en una de las cuevas que se encontraban cerca de la cima.

El ascenso a ese punto se llevaba casi 4 horas sin equipo; con equipo, esperábamos estar ahí en 5. Cuando empezamos a subir, era un poco tarde, así que a medio camino ya nos había oscurecido; sin embargo, las luces de la ciudad iluminaban bastante bien el camino, era increíble la claridad con la sola iluminación citadina. Al llegar a un claro, decidimos descansar un poco. Frente a nosotros teníamos un espectáculo abrumador, bosque a la derecha e izquierda con una loma a la derecha, lo que nos impedía ver media ciudad, pero al frente, por el camino que veníamos subiendo, podíamos ver en todo su esplendor lo que parecía un terciopelo negro tachonado de diamantes.

De pronto, una luz nos hizo voltear al mismo tiempo, era una esfera con un fulgor blanco azulado que se movía sin ruido alguno, como una burbuja de jabón, o al menos así la veíamos desde nuestro punto de observación rumbo a la ciudad y sobre ella, pero más cerca de nosotros. Es algo difícil, aún ahora, calcular tamaños y distancias, pero estimamos entonces que esa esfera tendría entre 80 y 100 cm de diámetro encontrándose a unos 300 metros al frente de nosotros. Los equipos que venían detrás no la vieron, así como tampoco el que iba más adelante de nosotros, pues al comunicarnos por radio nos refirieron que fue negativo el avistamiento para ellos.

El evento duró unos segundos, tal vez 30 segundo, la esfera salió por el oriente moviéndose hacia el poniente, nosotros dábamos la cara al norte, regresó unos metros y se quedó estática un momento, luego hizo un giro semicircular y se dirigió al poniente a velocidad media perdiéndose de vista entre los árboles y posteriormente tras la montaña.

Esta experiencia me recordó a una vieja película donde un niño genio arma un sistema informático con el que crea una esfera virtual visible en el mundo real. Perdón por la comparación, pero es lo más cercano que tengo como parangón para este evento que nos tocó presenciar:

Nos quedamos petrificados, pero a la vez con gran curiosidad por saber qué demonios había sido eso.

Desde entonces, este es el tema que más me interesa de la ufología. Los foo-fighters podrían ser de esta misma naturaleza. Un tiempo llegué a pensar que las luces que se decía flotaban sobre los campos de trigo se debían a este mismo fenómeno. Ahora sólo creo que los foo-fighters tienen esta posibilidad.
El fenómeno no despidió nada que pudiéramos percibir, sólo la luz. Tenía una apariencia sólida, color blanco opaco y con un resplandor blanco azulado. Veíamos que brillaba con luz propia, pero podíamos ver definidamente su forma esférica. No hubo sonido perceptible o cambio ambiental.

Sólo nos dejó una sensación de: “Algo sucede”. Sin embargo, nunca lo relacionamos con algún artefacto del espacio exterior, en todo caso sentimos que podía tratarse de un fenómeno terrestre no catalogado.

Nunca había querido contar estar experiencia porque la quería guardar como una especie de seguro para cuando me topara con un caso similar, pero han pasado casi 20 años y no he vuelto a saber de algo parecido.

Para mi sigue siendo un misterio y hay poca literatura al respecto. Y con referencia a los foo-fighters, se les ha querido encuadrar dentro de fenómenos relacionados con efectos atmosféricos, y estaría de acuerdo en esta tesis, aunque no tengo evidencia para inclinar la balanza o decir a ciencia cierta los que era.


"Usar el sentido común en asuntos de fe, comúnmente no tiene sentido".

¿Tienes algún master case o leading case preferido? Cuál o cuáles y por qué?

 Antes era el caso Vidal, un evento sensacional que involucraba a una familia, un coche y una aparente teletransportación de una localidad argentina a México, parecería ser uno de los casos mejor documentados de la historia pues hasta en los medios periodísticos se mencionaba, sin embargo se descubrió que en realidad no sucedió.

Todo se trató de una jugada mercadotécnica a modo de publicidad viral para la película argentina de ciencia ficción titulada “Che OVNI” dirigida por Anibal Uset en 1968.

Sin duda alguna estoy a la expectativa de solucionar el que me ocurrió, y aquí tal vez pudiera estar relacionado con el tema de los Foo-Fighter, no sé si en realidad guarda relación, pero el parecido que guarda con los reportes hechos por pilotos militares de ambos bandos durante la Segunda Guerra Mundial parecen guardar cierta similitud con mi experiencia.

Como ya lo mencioné antes, creo que guarda relación con algún tipo de fenómeno atmosférico o electromagnético, y en ese sentido puede estar también relacionado con las famosas "Luces de Marfa" en Texas y, quizás, con "Las Luces de Hessdalen", en Noruega, pero hasta ahora no he podido encontrar sustento ni identificar certeramente el fenómeno.

El otro caso es uno clásico de la ufología sucedido el 29 de diciembre de 1980 en que 2 mujeres y un niño tuvieron un avistamiento camino a casa, y en el que resultaron con quemaduras, al parecer, producto de una emisión radioactiva. El asunto involucra una escuadra de helicópteros que seguían de cerca al objeto que les causó las quemaduras. De los tres, Betty Cash resultó más lastimada, pues había salido del coche para ver mejor el objeto en el cielo y recibió de forma más directa la emisión radioactiva, confirmada una semana después por el médico de cabecera de Betty. El caso se conoce como “El Caso CASH-LANDRUM”. El 29 de diciembre de 1998 Betty fallece a los 69 años de edad. Este caso tiene claros tintes de poder resolverse con la hipótesis militar, pero hay ciertos detalles que que tendrían que sustentarse en la llana especulación para que tengan sentido, cosa que lo ha convertido en uno de los casos más intrigantes de la casuística.


“Se puede ser buen investigador mientras no se pise el cayo de otro investigador. Cuando esto sucede, la reacción a la crítica es la diferencia entre un buen investigador o un cómplice”.

Te he leído decir que no te interesa convertirte en Némesis de nadie. Aclárame esa postura tuya.
  
Durante el tiempo que he estado dentro de la investigación OVNI, me he topado en un gran porcentaje con casos que no son lo que pretenden ser. Como mi interés es la información y no en si el testigo o el investigador que lo ha estudiado, descarto para futuras referencias más aportes de estas personas, siguiendo la tónica de la frase de Nietzsche. Así que cuando digo que no me interesa convertirme en Némesis de nadie me refiero a que no realizo persecuciones, simplemente ya no los tomo como fuente confiable de información.

Convertirte en Némesis a la larga te encasilla y hace que el objetivo se pierda, además de que pasas de ser un investigador a vivir a la sombra de otro esperando a qué hora se tropieza.

Me gusta hacer constar mi punto de vista sobre casos, informes, reportes o trabajos de otros investigadores y darles más opciones en caso de qué existan. Muchas veces no se toma en cuenta el término OVNI por enfocarse en el “Platillo”. Como la vez en que mi sugerencia de una mariposa fue atendida y un caso se resolvió en un foro.

Algunos otros investigadores me han hecho saber que no veían más allá hasta que leyeron un comentario mío o resolví un caso mirando fuera de la ufología. Sin embargo cuando con esa misma visión comentas que un caso suyo es falso, la admiración se desvanece. Y en este caso no soy reiterativo a menos que se me pregunte.

Tengo mis propias convicciones con respecto al tema, y no me dejo influenciar por la amistad ni por el deber de una etiqueta sin una buena argumentación convincente. Mi búsqueda es personal y dejé atrás el tratar de convence. Ahora lo que intento es mostrar al ciudadano común que no todo lo que brilla es OVNI; mi objetivo es crear una conciencia de apertura y no dejarse llevar por lo que se dice en una revista o un programa de televisión.


"A veces la Ufología se maneja como un gran restaurante a la carta. De pronto nos sirven una cochinita pibil a medianoche que nos cae muy pesada, o un sandwich de atún a mediodía que no nos nutre en lo absoluto. Pero nunca se sirve un plato balanceado con el que quedemos satisfechos".

¿A quiénes respetas en esta profesión o vocación?

Respeto mucho a quienes ven más allá de las apariencias en un casos que parecer ser "La Evidencia", pero tratan de encontrar antes una explicación terrenal independientemente del resultado al que los dirija la investigación para obtener un conclusiones finales, muchas de ellas contrarias a las expectativas iniciales. Puedo mencionar a Pedro Ferriz, Joseph Allen Hynek y Antonio Ribera como los pilares de la ufología en sus respectivos países, quienes en vida afianzaron mi decisión de tomar este camino.

Siento un gran respeto también por Philip Julian Klass, Milton W. Hourcade, Vicente-Juan Ballester Olmos, Jacques Valleé, Lucy Guzmán y Orlando Pla, amigos algunos de ellos. Y por todos aquellos que hurgan entre las toneladas de pajas para lograr obtener un sencillo grano de trigo. Cuando el tema se toma en serio, nos lleva de la mano poniendo a cada paso las cosas en su justo sitio, no hay necesidad de forzarlo o hacer pases mágicos. Muchas veces las conclusiones inesperadas son más interesantes que la historia de ciencia ficción que no imaginábamos en un principio.


"Cuando se es nuevo en el bosque, cada ruido es motivo de atención. Con el tiempo, y acostumbrados al ruido natural del bosque, sólo lo verdaderamente intrigante mueve nuestra curiosidad".

Leo, has hecho investigación de campo y me consta, por qué te molesta tanto que se hable de aquéllos que no se han mojado los zapatos?

Tengo exactamente 25 años en el tema, de los cuales 15 fueron de investigación de campo. Esta frase no me molesta en particular, Mir, pero la considero como un latiguillo, y como tal ahí si me molesta sobremanera. Porque hay ufólogos , o que se autotitulan tales, que creen haberse granjeado ese mérito por haber gastado suelas en el barro o en tierra seca, da lo mismo, por haberse lanzado a averiguar in situ sin aportar un real conocimiento al tema en particular. Lo único que vemos son recopilaciones de relatos que confirman una línea preestablecida. En ese sentido no tengo de qué abochornarme, porque como te comentaba he hecho también investigación de campo, sin embargo, narrar mis andanzas en el desierto de mi estado natal, pasando calores agobiantes o sufriendo el embate de los mosquitos no lo considero ufología. Ufología es el estudio del resultado de la investigación de campo, no la narración de un testimonio o la odisea que fue obtener una foto.

Sin ir más lejos, Mir, el Caso Gaboto: Estoy a 8,000 km de distancia, es fácil presuponer que no lo pude investigar en campo, cosa que es real, pero cuando se trata de evidencia fotográfica, Mir querida, no se necesita más que conocer la técnica, tener un buen equipo para intentar reconstruir los hechos y paciencia. Si en el análisis se presentan dudas, entonces si se hace necesario ir al lugar y tratar de reconstruir los hechos, pero en este caso, con el material fotográfico fue suficiente. ¿Me explico?

Y es gratificante cuando estudiosos del tema llegan a la misma conclusión que un servidor por otros medios.


"Catalogar un objeto como OVNI, no lo coloca automáticamente en la categoría de NAVE EXTRATERRESTRE, pues esto sería contradictorio con la propia definición de OVNI".

En la hipótesis de un tête a tête con un ser extradimensional, ¿qué emoción crees que te embargaría? ¿Dudarías hasta ante su presencia? ¿Qué preguntas crees que le harías primero? ¿Qué le pedirías que hiciera para ti o por ti?

Hipotéticamente, y aceptando sin conceder la hipótesis dimensional, y viéndolo ahí, dudar sería una necedad, claro que buscaría algún tipo de proyector por algún lado, ja, ja, ja. Pero suponiendo que ahí está, me sentiría emocionado, obviamente con sorpresa, tal vez con más curiosidad que temor  ¿De qué otra manera sino? Imagínate, tantos años de andar en esto ¿para correr en el último instante? ¡Por supuesto que no!, así se hacen los mitos. Pero no le pediría nada, sólo preguntaría el porqué de su manifiesta ausencia. ¿Cuál es el freno para presentarse masivamente? Y después de eso, por supuesto, todo lo que me puedan decir sobre sus avances, conocimientos, historia, sociedad, etcétera. Y, pensándolo bien, si le pediría algún artilugio hecho de material no terrestre para no pensar que fue una alucinación y de paso tener “La Evidencia”, al fin.


"Ante la necesidad de creer, no hay explicación que valga"

A qué le atribuyes la necesidad de ciertos seres humanos de creer en Dios o en Hermanos Mayores o en la Pachamama o en cualquier otra cuestión no científicamente comprobable?
 
Es una pregunta interesante, mi querida Mirta, sobre todo por ser hecha en un contexto ufológico. Pocas personas logran ver la estrecha relación que la ufología guarda con la religión, y no por aquello de los antiguos astronautas. El hombre ha sido un amante constante del cielo, no en balde situó allí a sus dioses, y de la misma forma ahora sitúa a los extraterrestres en la hipótesis más aceptada por el gran público. Y sin duda, como dices, responde a una necesidad. Esa necesidad es variada, pero por lo general, como decía Bertrand Russell, es el saber que tenemos un hermano mayor que nos cuida y nos guía, el no sentirnos solos y sin propósito.

Tendemos a auto situarnos en el centro de la creación y, como tales, objeto de un propósito que no alcanzamos a entender, pero generalmente se acepta aún y con los defectos humanos reflejados en esos “seres superiores”, como el premio y castigo por nuestras buenas acciones, la protección contra nuestros enemigos o el castigo en caso de desobediencia. De la misma forma se acepta a la existencia extraterrestre, pues mientras por un lado existen creencias en “Hermanos del Cosmos” que abogan por nosotros, por otro lado existe la creencia de "cuatreros espaciales" o "médicos" que usan nuestro ganado y a nosotros mismos para sus experimentos. Para algunos pocos son emisarios de la noche, que podrían equipararse a los demonios de la antigüedad, esto justificado en el negro de sus ojos bajo la premisa de que los ojos son el espejo del alma. Cosas sin duda para un estudio psicosocial.

En mi punto de vista muy personal, la presencia de “Hermanos Mayores” pasó de ser una sensación de seguridad a una necesidad de resolver nuestros problemas, y fue entonces que una devoción se convirtió en una especie de culto de cargo. La mayoría acude a estas entidades cuando su vida sufre altibajos o están en condiciones extremas, y en este sentido coincido con un estudio publicado por la revista SCIENCE titulado “La Pérdida de Control incrementa la percepción de Patrones Ilusorios”, publicado en el Volumen 322 del 3 de octubre del 2008.

Esos patrones se acentúan y es cuando los milagros ocurren. El origen y la figura que cada quien otorgue a esas “manifestaciones”, dependerá en primera instancia de las expectativas propias, después a su herencia familiar y finalmente a su herencia cultural. Un occidental no tiene un trance místico con Buda, o un musulmán con Quetzalcóatl. Alguien que crea en una religión tribal pensará otras cosas, lo mismo que un ateo lo atribuirá a una pareidolia. Tal vez mi visión sea muy mundana, pero en cosas de religión soy pragmático, pues no tengo esa convicción, así que lo que veo no coincide con esta óptica.


“Cuida de qué saco tomas tus frijoles, puede que sólo obtengas piedras".

¿Cuáles son las pequeñas cosas de la vida que más placer te causan?

Me gusta mucho leer; mi pasión es el cine sin ser un experto crítico; la pintura, aunque hace más de 25 años que no toco un pincel. Me gusta la charla de café con los amigos, conversar por horas y tratar de entender el mundo. Pero lo que más me apasiona de todo eso es un intercambio sano de opinión. Cuando logro tener un tiempo para mi, leo como loco, hoy sólo ufología, pero antes mi pasión era compartida por igual por la novela de ciencia ficción y la ufología. De pronto me gusta leer sobre algo que no conozco y abarco temas muy diversos que me pueden servir para desarrollar mis escritos, no tan prolíficos porque no me gusta publicar nada que no tenga una conclusión; pero escribir también es uno de mis gustos.

Leo, mil gracias por esta entrevista, fue reveladora y agradable.

Gracias a ti por considerarme sujeto de entrevista. Mi labor no busca reconocimiento alguno, sin embargo el honor que me das me deja con la satisfacción de que mis escritos son leídos. Gracias por ser uno de mis cuatro lectores.