lunes, 22 de abril de 2013

Verdad y Sensacionalismo contra Información


Por Leopoldo Zambrano Enríquez

Recordé este borrador al leer una nota enviada a Facebook hoy por una amiga. En la nota, titulada: "Vídeos: Meteoritos o invasión OVNI en Cubierto", se especula con la idea de, gracias a las recientes caídas de meteoritos que han sido mediatizadas, ¿Qué tal si no son asteroides o meteoritos, sino OVNIs, y se trata en realidad de una invasión silenciosa?, Ja, Ja, y Ja; no pude menos que carcajearme, y eso me hace pensar que la gente que escribe esas sandeces no cambia. Así han sido en el pasado, así son ahora, y así seguirán siendo, no en vano tenemos tantos mitos cuyo origen se encuentra en la más profunda oscuridad de los tiempos; la religión, sin ir más lejos, es un buen ejemplo. Y en estas sandeces, además, se encuentra mezclada la ciencia ficción. La nota se encuentra en un sitio llamado “Conspiración en la Red”, cuyo subtitulo dice a la letra: “Lo que los Mass Media no te cuentan”.

Se ha abusado enormemente de la muletilla “Lo que los medios no te dicen”, porque ha sido utilizada para colar mentiras e ideas propias de quienes las proponen y publican, pero que los medios no tienen forma de comprobar; por esa razón no se publican en los medios responsables, porque son ideas al aire. Tal vez sean noticia para los programas domingueros de sensacionalismo OVNI, pero en los medios serios de noticias, es sólo una vacilada.


Es una exageración que a causa de cualquier “piedrolo” que pase o caiga por nuestra atmósfera, exista una notificación inmediata a los medios; como si el FIN DEL MUNDO se hubiera postergado y esperaran que aún ocurriera, siendo precedido por estos pequeños eventos. Esos reportes son buenos para los científicos, siempre y cuando se sepa el lugar de la caída para así estudiarlos, pero en la mayoría de los caso no hay datos concretos, sólo la visión de la estela en el cielo y el afán de protagonismo con el que pueden hasta confundir estelas de aviones al atardecer con la caída de un meteorito.

Hay miles de reportes de caídas de meteoritos que no causaron la misma alarma que ahora se causa a raíz del meteorito de Los Urales, Rusia, y existe un catálogo de poco más de 57 mil eventos registrados que pone de manifiesto lo común que es que caigan piedras del cielo, sin embargo, lo poco común es que caigan en zonas pobladas, al menos en nuestro tiempo, pero esto no quiere decir que no existan reportes previos de daños causados por ellos en bosques, poblaciones rurales, ciudades o ganado en algún punto no muy lejano de nuestra historia. La diferencia al día de hoy es que las noticias vuelan. Tan pronto ocurre el suceso, al siguiente segundo y al otro lado del mundo, la nota ya ha sido traducida y publicada. Antes era muy raro que las noticias fluyeran con tal rapidez, o que los medios noticiosos del planeta estuvieran enlazados a notas de orden local. Hoy cualquier cosa es noticia; y los eventos ocurren en segundos, sino es que en menos, por esa razón ahora sabemos de más caídas de meteoritos, no porque estemos en la antesala del apocalipsis. De no ser así, el gremio científico ya hubiera alzado la voz dando la señal de alarma. ¡Ah!... si, claro; se me olvidaba... Todos los científicos ocultan cosas, y más si son de la NASA, así que es casi seguro que no digan nada si se viene algo. ¡¡Caracoles!! ¿Cómo pude haberme olvidado de eso?. (trompetilla más que sonora). Más patrañas inventadas por los aparentes crédulos que explotan a otros que son verdaderamente crédulos. Como dicen por ahí, "En tierra de ciegos, el tuerto es rey".

La promoción de una revista mexicana de la farándula reza: "Si no ere famoso, a nadie le importa", es decir, que si no se tiene fama, no le interesa a la gente lo que haga ese personaje, pero en Internet es diferente, en Internet nos casamos con los temas, no con un personaje, a menos que este ya sea famoso, además se tiene el plus del contacto con pares de todo el mundo, pero esto responde más a una cuestión psicológica afectiva, por esa razón casi no existe la crítica en esos círculos; no importa en realidad el tema, sólo tener a alguien con quien conversar de un interés común, pero ese tema es harina de otro costal.

Y aunque hay algunos personajes que desean hacerse famosos, en la vida real no lo son, a menos que hayan dejado el trabajo con el cual mantenían a sus familias para iniciar la caza de conspiradores, pertenezca a un grupo que pretenda atacar al gobierno de los Estados Unidos con demandas por ocultamiento de datos o porque tenga en la nevera de algún hangar de alguna base secreta pequeños cadáveres alienígenas embalsamados; que abandere ideas extrañas como la de que el Presidente de Los Estados Unidos de Norteamérica es un reptiloide disfrazado de humano o que pasa sus fines de semana en Marte; además de creer que los astronautas se llevaron de piquete de ombligo con los aliens durante todas las misiones Apollo. En resumen, puras sandeces sensacionalistas dignas del "World Weekly News" o "El Semanario de lo Insólito".

Si "Juanatán Colorado" (nombre cambiado) entra en un programa de televisión diciendo que tuvo contacto con un alienígena y que además lo “noqueó” de "home run" para luego meterlo al congelador, pero no tiene pruebas porque en un descuido se le escapó, no lo volvemos a ver en la tele, porque no faltará un vendedor de historietas que le vea potencial y lo lleve de ciudad en ciudad como mono amaestrado al más puro estilo de P. T. Barnum (1810-1891). No importa si es o no auténtico el caso, ¡Es Sensacional!, y la fama es instantánea, aunque luego el "agente" ande con la cola entre las patas por el engaño, pero con los bolsillos llenos. Eso me recordó la exclamación de nuestro amigo de la nota de los "meteorovnis"... ¡Es genial!, refiriéndose al despertar de la población que ha provocado un avivamiento del interés por el misterio. Ahí fue cuando me salió el "mostro" y dejé mi huella. ¿Cómo va a ser genial que la gente experimente interés en el misterio si eso... ejem...

Antes de poner un comentario a este artículo, recuerde, amable lector, que estamos hablando del sitio "Conspiración en la Red", no de los misterios en general, que hay alguno que otro misterio de la ciencia que si son un verdadero misterio y resultan más interesantes que la idea de que los OVNIs se camuflan de asteroides, ¡hágame el favor!, primero de aviones y ahora de meteoritos.

En todo caso, ese despertar del interés por los misterios sólo denota una gran ignorancia que restringe el conocimiento humano única y exclusivamente a lo que el sujeto que propone el misterio sabe; es decir, si él no lo sabe, no lo sabe nadie más; y los comentarios de los demás serán meras opiniones que se desestimarán si no van acordes con su loca teoría, aunque su interlocutor tenga 50 años de investigación a cuestas, además que muchos de esos misterios son perpetuados a la fuerza para seguir obteniendo dividendos, no porque no hayan sido resueltos en su momento o después. Pero sigamos con los meteoritos.

Los científicos hablan de lapsos, períodos y tiempos para la caída de cierto tipo de meteoritos, sin embrago esto responde más a las leyes de probabilidad que a una afirmación categórica, ya que se trata de un hecho fortuito, al menos a niveles más allá de nuestro Sistema Solar. Tal vez pueda predecirse la caída de un meteorito de ciertas características, pero eso es gracias al estudio del momento si es que se detecta y se acerca lo suficiente, no en base a una regla establecida. Se tiene constancia de asteroides que han pasado desapercibidos para los científicos, y más aún para los astrónomos aficionados. De lo único que se puede estar seguro es que seguirán cayendo.  

La posibilidad de colisión siempre ha estado latente, es real y cualquier punto del Planeta tiene las mismas probabilidades de recibir un impacto, eso no tiene nada de profético, extraño o de interés para la ovnilogía, a menos que se confunda o se quiera emparentar con el fenómeno OVNI, como en este caso. O cuando ocurra una tergiversación del tema, como la sucedida en el caso ruso del 15 de Febrero en la región de Cheliábinsk, donde los entusiastas se dieron gusto clamando que el meteorito se desintegró en el aire gracias a que una nave alienígena lo hizo estallar lanzando sobre él un proyectil. Es una apena que no sepan estos entusiastas miembros del club "Todo lo que no sepa qué es, es OVNI, y lo que yo crea es cierto", es que en realidad era la suciedad natural que un limpiaparabrisas deja en el parabrisas a través del cual se tomó el vídeo y que multiplicó y distorsionó los destellos del meteorito creando la ilusión de múltiples puntos de luz, que gracias al movimiento del meteoro cruzando el parabrisas, daba la impresión de que esos destellos se movían de forma independiente. Sin embargo, ignorando lo anterior, acomodaron muy creativamente la escena como para desarrollar un script de ciencia ficción, pero nada original por cierto, pues esta idea ya se había expuesto hace 66 años cuando se escribió sobre el evento sucedido hace casi 105 años en Tunguska, un 30 de Junio de 1908. El único detalle con aquel viejo relato, es que se trató de un cuento corto de ciencia ficción titulado simplemente "Explosión" (1946), del autor soviético y pionero de la ufología rusa Alexander Kazantsev. Divulgadores de lo oculto, como Bergier, Von Däniken o Benítez tomaron las especulaciones de Kazantsev como si tuvieran una base científica, popularizando la teoría ficticia como una realidad; algo similar a lo que hoy hacen algunos entusiastas con las películas de ciencia ficción y que veremos en el resumen del cual me acordé.

Existe otro vídeo del evento ruso de febrero del 2013, también tomado desde dentro de un vehículo, obteniendo el mismo efecto luminoso; sin embargo, obviamente, en los vídeos tomados a cielo abierto no se presenta tal distorsión, pero esto no frena a los entusiastas ni a los medios deshonestos que quieren seguir explotando la delirante historia basados en el falso antecedente de un cuento ruso.

Pero regresando al tema; estamos en un sistema en constante movimiento, que suma el desplazamiento de la Tierra en torno al Sol, el del Sistema Solar en torno al Centro de la Galaxia, el movimiento de la propia Galaxia entre el Grupo Local, y este en su recorrido por el Cosmos en torno a lo que los científicos llaman “El Gran Atractor”. Esta sumatoria de movimientos nos obliga a viajar a velocidades vertiginosas, así que tarde o temprano, gracias a las fuerzas gravitacionales,  nos tendremos que encontrar con piedras en el camino que se estrellarán contra nuestro planeta, tal como sucede con un coche cuando los insectos se embarran en el parabrisas... Pero parece que hoy se tiene que alarmar a la gente, o aprovechar que ya está alarmada para vender noticias sensacionalistas. Aunque esta nota de los "metorovnis" no está en ningún sitio de corte noticioso, está en un blog de hijo de vecino, se ha empezado a divulgar por algunos sitios por el simple hecho de estar en la Internet, "La Gran fuente de Información" al alcance de un clic. Pero sin importar de dónde vengan estas notas, no se podrá hacer nada en caso de que se trate de un objeto masivo, no habrá un Bruce Willis dispuesto a viajar al espacio ni bomba capaz de destruirlo, tal vez desviarlo, pero no existe garantía alguna. Se dice que se estudia la posibilidad de destruir o desviar el (99942) Apophis, que pasará en su curso al Sol cerca de la Tierra el 14 de abril del 2029, pero la NASA ya ha descartado que ese curso sea de colisión.

¡Ah!, y la loca idea de "¿Y si no son meteoritos sino ovnis?", ya es una idea bastante trillada, utilizada por vez primera en la novela de H. G. WELLS (1866-1946) "La guerra de los mundos" (1898) que, al ser llevada a la pantalla grande, de forma bastante libre, en 1953, mostró la invasión con naves dentro de meteoritos cayendo a la Tierra. En la novela de Wells, se cree que son meteoritos, pero en realidad son enormes cilindros artificiales, como artefactos balísticos, lanzados desde Marte, dentro de los cuales vienen seres alienígenos con forma de pulpos gigantes, iniciando la construcción de extraños artefactos en el interior del cráter dejado por los cilindros. Por lo menos queda el consuelo que han leído algo, o tal vez se trata de una idea muy común en el imaginario popular, pero en cualquier caso, ya no hay nada nuevo bajo el Sol, y queda manifiesta la gran influencia que los medios y la ciencia ficción crean entre el ciudadano común y silvestre. Y por supuesto, como ya dije, no pude resistir dejar huella en el blog de tan importante nota.

Bueno, creo que me extendí algo en el texto introductorio, tanto que casi me olvido del borrador que recordé al leer la nota del entusiasta que siembra ideas locas, aquí se los dejo:

Publicado originalmente en Facebook como nota, el 24 de septiembre del 2011, este escrito es el borrador en el que se basó el artículo: "Hágase el terror en el cielo... ¿O en el suelo?" del 2 de octubre del 2011.

Hoy leí, tras toda la expectación que se causó con lo del cometa, el asteroide y el satélite UARS, que se debe dejar de lado la información que viene de quienes dominan la ciencia. Que no debemos aceptar lo que nos dan a leer o tratan de hacernos saber porque eso es decirnos qué leer y qué saber; que debemos buscar fuentes alternas de información.

Creo que hay un error de apreciación; quienes promovieron todo lo que leímos en la red no son los que dominan la ciencia, de ahí tantas conexiones extrañas con cuanto tema raro ya circulaba por la red. La NASA siempre estuvo tratando de tranquilizar los ánimos de la masa que se movía con lo escrito en los medios. Si los medios y la masa en realidad hubieran dominado la ciencia, sabrían desde hace tiempo que el cometa pasaría a aproximadamente 34.5 millones de kilómetros, una distancia tan grande como 106.5 veces la distancia de la Tierra a la Luna, ¡¡ 106.5 veces !!. Y estoy seguro que aún habrá charlatanes que dirán que la destrucción del cometa es una mentira más, y terminará por ponerse a la diestra de Nibiru, otra falsedad. Esto llegó a tal punto que incluso empecé a desestimar las notas circulantes por tanto sensacionalismo, con lo cual no me enteré que el cometa se había desintegrado desde el día 14 de septiembre, según reportó el día 19, del mismo mes, el sitio "La Mentira Está Ahí Fuera".

Pero ni esta nota acaba con las especulaciones, pues ya se habla de una supuesta "misteriosa desintegración"; titular encaminado a colgarle más ideas locas del pensamiento dominante en las redes sociales o en el orbe cybernético. Y aunque la nota critica lo que se dijo sobre el comenta, el título da mucho para la especulación gratuita de quienes sólo se quedan con lo titulares. El otro evento es para el 8 de noviembre, se trata del asteroide 2005YU55, una "piedra" espacial de 400 metros de diámetro, pues es casi circular, que pasará a 0.85 veces la distancia que existe de la Tierra a la Luna; esto es a aproximadamente 326,000 kilómetros, aunque algunos sitios a pesar de dar el porcentaje de 85% dan la distancia de 200,000 km (cálculo tan simple 384,000 x 0.85 = 326,400 km). En este asteroide actúa más la psicología de lo "cercano", pues al pasar entre la Tierra y la Luna, a la que podemos ver en el cielo, da una falsa idea de que la distancia es bastante corta, pero no se debe olvidar que las medidas en el espacio son bastante grandes, son cortas a nivel astronómico pero a escala humana es enorme.

Los satélites orbitan a una distancia máxima de 36,000 kilómetros, así que el asteroide pasará a 9 veces esta distancia, por lo que tampoco representa ni siquiera un peligro latente. Y según los cálculos de quienes si dominan la ciencia, la aproximación del 2011 es la más cercana en 200 años, además de que gracias a las observaciones de Arecibo, que determinaron su trayectoria, se supo que no habría un peligro real, por lo que en Abril del 2010 fue retirado de la página de riesgos de impacto con la Tierra.

Antes, cuando un mensajero llevaba malas noticias, este sufría las consecuencias de la furia del destinatario, y no el remitente del mensaje, esto era una gran injusticia ya que el mensajero sólo entregaba la nota y no tenía nada que ver con su contenido. Hoy, los mensajeros alteran el mensaje del emisor, y el emisor es quien sufre las consecuencias, y si no me creen sólo hay que echar un vistazo a la Teoría de la Conspiración. Se ha tratado de corregir una injusticia histórica con una mala apreciación de los hechos, y aunque algunos medios no tienen la culpa de lo que hacen sus pares o de que lectores despistados entiendan las notas de formas misteriosas, sobre todo en notas de verdadera relevancia, son ellos y las instituciones quienes reciben los vituperios de la masa, esa misma masa que tergiversa la información.

Siempre he estado de acuerdo en que deben buscarse las fuentes correctas, pero también sé que se debe tener buen sentido común y criterio para identificarlas. Si no se tiene esto, no se podrá erradicar cualquier idea fantástica que se le haya adherido en el camino por la efervescencia de los tiempos, y entonces se estarán convirtiendo en cómplices de la desinformación.

Escuché hace unos días que los presidentes de varias naciones se retiraban a sus "bunkers", que muchas asambleas no trabajarían y que se estaban instaurando programas de emergencia, cosa tan falsa como la historia de la película en la que se basaron esas "notas": "Impacto profundo (1997)".

2 objetos en el cielo en la película, en la vida real eran 2005yu55 y Elenin. Un presidente de color en la película, uno en la vida real. En la película se manejan las siglas E. L. E. de Extintion Level Event (Evento de Nivel de Extinción), en la vida real se asociaban con el nombre del cometa, ELEnin. Una vez más, asistimos a lo de siempre, esa gente, la masa que se dice manipulada, manipuló las notas contaminando el ambiente con ideas que se basan sólo en suposiciones, como la idea de que las películas nos están adecuando a una realidad que no puede decirse abiertamente... nada más falso. Y todo esto para forzar un enfermizo sentido de la destrucción, para simplemente asustar a los demás, jugando con la masa, o para ser un delirante centro de atención de un evento masivo del cual tal vez no salgan vivos, pero sin embargo buscan que alguien los felicite por su tino, así que deben gritarlo a los 4 vientos, por si las moscas.

Las películas se basan en eventos que la sociedad ya está manejando, pero exageran las situaciones para fines dramáticos, y que algunas personas no sepan del tema y luego se enteren que una propuesta cinematográfica o literaria se da en la vida real, es mera circunstancia de desconocimiento de la persona que lo descubre. Algo así sucede con quienes promovieron esas fechas nefastas donde año, mes y día coincidían, ¡hervideros de sandeces se dijeron y escribieron en cada tripleta desde el 2001!. Lo bueno es que tras el 8 o 9 de noviembre terminaremos con estos escritos, en el entendido de que las masas entiendan que no hay augurio que funcione y menos si va en contra de lo dicho por quienes dominan la ciencia. Este año se da el 11:11:11 y el próximo año el 12:12:12, dando gracias de que no tengamos más de 12 meses, para erradicar esta falsa creencia de que con la sincronización de día, mes y año, puede pasar "algo" catastrófico, tal vez sacado de la película ID4 (1996): ¡¡Checkmate!!.


Últimamente, como la gente ya no está dando tanto crédito a los augurios sobre catástrofes, los charlatanes están reorientando todo hacia el mundo espiritual, una trampa muy común que busca que no haya manera de comprobar mentiras, pero que si pega en lo más profundo del ser humano: La Creencia. De esa forma alejan a las masas completamente de cualquier cosa que huela a ciencia, colocando todo lo que se diga en el reino de nuevas religiones o sectas.

Así que quienes dominan la ciencia, no son los culpables de todo lo que se escribió. Si acaso, en el caso del satélite UARS, son culpables de haberse enfrentado a un movimiento inusual de la masa en caída que los hizo no poder calcular con precisión el punto de impacto, pero fuera de eso, cayó cuando lo dijeron. Los sistemas de monitoreo también tuvieron sus fallas, yo pude seguir el satélite hasta Brasil, cuando según las notas periodísticas éste había caído 20 minutos antes en las cercanías de Canadá, es decir, los que seguimos "en tiempo real" la caída del satélite, seguimos una simulación de acuerdo a los cálculos de la trayectoria, que fue correcta, sólo que al no saber dónde caería, no podían programar el fin de la órbita, así que el programa informático lo siguió monitoreando a pesar de que ya había caído. Finalmente se confirmó que había caído en algún punto no determinado del Pacífico Sur.

Para mi es comprensible este error, pero para muchos será un motivo más para dudar de la NASA y sobre esto escribirán más adelante si es que se dieron cuenta.

En fin, así es esto. Pero no se deben buscar noticias alternas, se debe ir a la fuente, al origen y entender lo que estos publican; porque una vez que la nota se publica en otro medio, ya lleva un cierto porcentaje de distorsión. Los medios venden impacto, y al menos a mí, en la escuela del servicio público, se me enseñó que cuando la información fluye por un número infinito de canales, termina por dar un mensaje distinto al que se emitió; si no me cree, estimado lector, pregunte a Mazlan Othman.

Informe U. F. O.
Monterrey, Nuevo León. México.