miércoles, 22 de julio de 2009

Más Allá de la Bruma: Ezequiel vio La Rueda.

Fue allá por febrero del 2008 cuando un chispazo de pronto me hizo ver un hilo conductor entre varios eventos sin aparente relación para dar una opinión acerca de lo que el profeta Ezequiel nos narra en su libro primero, considerado su presentación como profeta, su certificado de ser depositario de los mensajes de Dios.

Erich Von Däniken abrió la puerta al mundo de una realidad que siempre estuvo ahí, más que sin embargo sólo él tuvo la visión de darle un significado para explicar antiguos prodigios y visiones, aunque creo que hay ciertos límites para las comparaciones y parecidos que Däniken desplegaba en sus libros "La Nave de Los Dioses" y "El Mensaje de Los Dioses". A veces la astroarqueología peca de entusiasta, al igual que la Ufología. El principal motivo es que vemos con ojos modernos relatos del pasado que, casi con toda seguridad, nada tienen que ver con lo que suponemos nos desean transmitir. Ante esto sólo podemos especular y lanzar alguna hipotética solución a un hecho que se nos antoja casi irreal. Pienso que en la mayoría de las explicaciones para estos hechos, se lleva un mucho de querer confirmar teorías, más que obtener un relato despojado de alegorías y adornos literarios para darle mayor fuerza y significado a tal o cual evento. En este sentido, el fenómeno que mayor influencia a tenido y que motivó una de las entradas más recordadas en series de televisión: “Ezequiel vio la rueda” para el programa “The U. F. O. Project”, y que ha fomentado indudablemente la imaginación del hombre, es sin duda "La Visión de la Gloria de Jehová", del profeta Ezequiel. Esta visión tomó aún mayor fuerza después del señalamiento de Däniken y la propuesta de un diseño espacial del ingeniero Joseph F. Blumrich.

Pero dejando de lado un poco el entusiasmo por la llegada de seres de otros mundos, y bajo la premisa de que Ezequiel era un profeta, no debemos desechar, por lo tanto, el uso de un lenguaje alegórico y simbólico a su relato de “La Visión de La Gloria De Jehová”. Si a esto le agregamos que pudo tener un arrebato místico por sentir que recibía una visión divina, como así lo dice el título del Capítulo I de su libro, podemos suponer entonces que su relato está salpicado con descripciones simbólicas para transmitir lo que para él significaba su visión divina.

La Visión De Ezequiel

Debemos tener en mente la simbología de ese tiempo para cada signo que Ezequiel describe, y que en si misma nos da el significado de lo que estaba viendo, así que, desde mi punto de vista, no se debe tomar literalmente su relato como un comparativo entre algo que no sabía como explicar y las palabras que usa para describirlo. Ezequiel suponía que veía el trono de Dios y como tal fueron escogidos los símbolos y palabras para encajarlos con la visión que tenía ante él. Lo más representativo son los ángeles, con las 4 alas y los cuatro rostros: Águila, Toro, León y Hombre.

Caras de los Querubines.

En el sitio http://es.catholic.net/ podemos leer lo siguiente en la sección referente al libro de Ezequiel:
Ezequiel, hijo de una familia sacerdotal de Jerusalén, fue deportado el año 597 a.C., cuando era muy joven. Probablemente nunca ejerció su sacerdocio. Vivió en una aldea llamada Tel-Abib, no lejos de Babilonia. Su vocación se manifestó en el año 593 a.C. y sus últimas apariciones son del 571 a.C. hombre culto, estuvo al corriente de cuanto sucedía en su mundo. Creativo y visual, su fantasía es desbordante. Su lenguaje está repleto de metáforas, símbolos, parábolas y alegorías. Recurre a la mímica, acciones simbólicas y posturas extrañas para impactar a un auditorio desesperado. Su vida condiciona las partes y los mensajes que tiene su obra.
Con lo que por lo menos debemos considerar que los dichos del profeta no deben ser tomados literalmente.

Según Udo Becker, en su libro “Enciclopedia De Los Símbolos”:

El águila: Es un símbolo del poder divino que todo lo abarca, o del vigor de la fe. (…). Los místicos comparan la oración con el águila que remonta el vuelo, cosa que hace mirando cara al Sol (según Aristóteles), lo cual justifica que simbolice la contemplación y la iluminación espiritual. Por eso y por la elevación de su vuelo figura como atributo del evangelista Juan.

El Toro: Es símbolo de la fuerza de la combatividad viril, de la fiereza, por su carácter activo está vinculado al Sol, y por su fecundidad a la Luna (también porque los cuernos del toro y la vaca recuerdan una media Luna). (…). En distintos pueblos, el toro, por su fecundidad, estuvo asimismo en relación con las tormentas, la lluvia y el agua.

El león: Símbolo con el que Dios se compara por su poder y justicia, lo mismo que la tribu de Judá. El mismo Cristo recibe el nombre de “león de Judá”. El león alado es atributo y símbolo del evangelista Marcos.
(Nota mía: A Jesús se le relaciona como un simbolismo del Sol. Recordemos el video Zeitgeist en su capítulo I: “La Historia Más Grande Jamás Contada).

El Hombre: El ser humano mismo, así como diversas partes y proceso del organismo humano han servido en muchas culturas como símbolo en relación con las circunstancias exteriores; estuvo muy difundida la interpretación del hombre como un microcosmos que guarda muchas analogías con el Universo o macrocosmos. Un hombre, a veces representado con alas, es el atributo del evangelista Mateo.

Por otro lado, Sergio Fuster, refiriéndose a los querubines en su artículo titulado “La configuración simbólica de los ángeles en los cultos antiguos”, nos dice:

Los Querubines son seres que han tenido en la Biblia un papel más protagónico. Están debajo de Yahvé, son el escabel de su trono; como corceles voladores impulsan su carro y ministran ante su presencia. Estos en la profecía reflejan directamente los atributos divinos simbolizados con caras de animales.
Querubín, por Pedro Hermoso.
Iglesia de San Ginés, Madrid, España.

Y aquí se me antoja hacer un paréntesis que podría rayar en lo fuera de lugar, más sin embrago creo que es oportuno citar por las implicaciones de conocimientos tergiversados que los medios de comunicación vierten sobre la población a través de programas de gran rating. Este es el caso de un episodio de la multipremiada serie “The X Files” en el episodio titulado “Todas Las almas” (Temporada 5, Episodio 17:All the souls), donde se menciona a estos ángeles como Serafines, no como Querubines, y esto tal vez responda a que un querubín está más popularmente asociado a la figura infantil. Además de crear una historia que involucra a los Nephilim, muy mencionados por Zecharian Sitchin en sus relatos de la cosmogonía Sumeria.

Father McCue: "Is this what you saw? It’s a Seraphim. An angel with four faces. Those of a man, a lion, an eagle, and a bull. In the story, the angel descends from heaven and fathers four children with a mortal woman. Their offspring are the Nephilim, "The Fallen Ones." They have the souls of angels but they weren’t meant to be. They’re deformed, tormented. So the Lord sends the Seraphim to Earth to bring back the souls of the Nephilim to keep the Devil from claiming them as his own."

Traducción:

¿Es esto lo que vio? Es un serafín; un ángel con cuatro rostros. Rostro de hombre, de león, de águila y de toro. En la historia el ángel desciende del cielo y procrea 4 hijos con una mujer humana, sus hijos son los Nefalines, los caídos, tiene alma de ángel, pero no son de verdad, son deformes, atormentados. Entonces el señor envía al serafín a la tierra para recuperar el alma de los Nefalines, y evitar que el diablo las reclame como suyas.

Fin del paréntesis.

Pero ampliando un poco más la descripción de estos ángeles, los querubines, podemos citar lo siguiente:


Querubín (Cherubim en hebreo según los cabalistas) son un grupo de ángeles que ellos asocian especialmente con el sephira, "vigilantes". El Génesis coloca querubines para guardar el Edén perdido, y el Antiguo Testamento se refiere muchas veces a ellos como dos figuras de oro aladas; en el Sancta Sanctorum del templo de Salomón veíanse colosales imágenes de la misma clase de ángeles. Ezequiel los describe en poético lenguaje. Cada querubín parece haber sido una figura compuesta de cuatro caras (de hombre, águila, león y toro) y sin duda alguna estaban alados. Muchas otras naciones han exhibido figuras parecidas como símbolos de la Deidad; por ejemplo, los egipcios, en sus imágenes de Serapis, como describe Macrobio en su Saturnalia; los griegos tenián a Hécate de tres cabezas, y los Latinos tenían también imágenes de Diana con tres caras, según nos informa Ovidio en su ECCE PROCUL TERNIS HECATE VARIATA FIGURIS. Virgilio la describe asimismo en el libro cuarto de la Eneida. Porfirio y Eusebio escriben otro tanto de Proserpina. Los vándalos tenían una divinidad provista de muchas cabezas, a la cual daban el nombre de Triglaf. Las antiguas razas germánicas tenían el ídolo Rodigast con cuerpo humano y cabeza de toro, águila y hombre. Los persas tenían algunas figuras de Mithras con cuerpo de hombre, cabeza de león y cuatro alas. Añádanse a esto las quimeras, las esfinges de Egipto, Moloch y la Astarté de los sirios.

Sergio Fuster, en el artículo titulado “Los símbolos de los animales Bíblicos”, nos dice lo siguiente:

3. 1- El simbolismo bíblico animal, en ocasiones fue utilizado para representar cualidades divinas (16). En la Biblia es aplicado frecuentemente como parte integrante de las visiones místicas proféticas. La creencia antigua era que los animales que se aparecen en sueños revelan significados para despertar el alma. Por ejemplo, en la visión del carro del profeta Ezequiel, éste ve la figura de cuatro querubines con cuatro caras cada uno: de águila; de toro; de hombre y de león. La imagen del "carro" alude a la movilidad de todo el drama místico, y las ruedas circulares al mensaje dinámico que caracteriza al pensamiento de las sociedades nómadas. Por lo tanto, el simbolismo animal no podía estar ausente. Además el estar en presencia del trono de Dios tiene que interpretarse a estos símbolos animales como cualidades divinas. El mismo núcleo simbólico aparece en Apocalipsis Cap. 4, con una lectura similar. En este último esquema, si bien el trono está estático, las criaturas querúbicas aladas están en movimiento.

El águila dorada de Palestina, por su mirada penetrante ha sido símbolo de la sabiduría de Yahvé (17). En la antigüedad se la relacionaba con las hierofanía, o las apariciones visibles de poderes misteriosos, usada frecuentemente como signos supersticiosos de mensajes divinos. En el medioevo, el águila con las alas extendidas representaba las tres personas de la combinación trinitaria cristiana (18). De esta ave sublime se creía que al envejecer volaba hacia el sol para quemar sus alas reintegrándose al fuego y al oro, y luego se bañaba en las aguas bautismales recuperando su vigor, símbolo cristiano de la muerte y resurrección de Cristo.

El león crinado fue todo un emblema de realeza y justicia. En la escalinata que llevaba al trono del rey Salomón había doce leones de oro en cada lado ya que a la dinastía davídica se la llama "el león que es de la tribu de Judá"; y en la visión de Ezequiel simboliza la equidad de Dios, el juez supremo.

El toro era ilustración del poder de Yahvé y de las fuentes fecundantes de la vida. En su sangre residía la redención y era el tipo profético de una simiente mesiánica salvadora. Por ello se entiende que se hallaran representaciones de él en el altar de cobre de sacrificios del patio del templo.

La cara del hombre, es un símbolo patente del amor, cualidad superlativa de Dios como principio neutro que sólo Yahvé puede manifestar y que sólo el humano puede refractar. Se notara que aún en esta interpretación simbólica no se deja de mostrar el distanciamiento que pone el pensamiento hebreo entre el hombre y la bestia (19).

(16) Insight on the Scriptures. Usa. W.T. 1991. Tomo I, Pág 318-338.
(17) Ibídem
(18) Vila Esculain: "Diccionario bíblico ilustrado" Clie.
(19) Op. Nota 16


Si damos por sentado que las descripciones dadas por Ezequiel, son meros símbolos religiosos para describir lo que interpretó como una visión divina, y si los eliminamos del relato, tratando de quitar el ropaje místico a su visión ¿qué es lo que nos queda? La duda nos embarga porque tras quitar a los querubines, a Jehová, por supuesto, y sabiendo que el toro pudo haber sido citado en el sentido de describir una tormenta, pues en su relato nos dice: “ un viento huracanado que venía del norte”, lo que podría ser el inicio de una fuerte tormenta que se avecinaba llena de relámpagos (furia). En meteorología, antes de una tormenta, el aire caliente es empujado precediéndola, lo que sube enormemente la temperatura ambiental antes del chubasco. Entonces sólo nos quedan “las ruedas”. Ruedas y un cielo saturado de humedad. Pero siguiendo la simbología de los animales, aún se veía el Sol, pues menciona un resplandor. Los símbolos usados para los rostros de los querubines se relacionan también con el Sol. Entonces, ¿Qué puede ser lo que vio?

Por un tiempo estuve pensando en este asunto sin encontrar una explicación, hasta que un chispazo de iluminación llegó sin buscarlo al ver una imagen. Esta imagen surgió durante una investigación sobre fenómenos atmosféricos, y esta imagen corresponde a un informe de 1660 sobre un avistamiento reportado por dos barcos holandeses en el mar del norte. Este suceso quedó asentado, según algunas fuentes, en el Theatrum Orbis Terrarum del Almirante Willem Janszoon Blaeu, un cartógrafo holandés que realizaba una compilación de mapas. Willem falleció en 1638 y su hijo Joan Blaeu continuó su tarea, completándolo hasta el año de 1665 bajo el título ATLAS MAIOR, esta obra aún en nuestros días sigue editándose.

La imagen muestra a dos barcos, y una curiosa figura en el cielo hecha con círculos multicolor con rostros en su interior.


La referencia a esta imagen dice: Illustration depicts a sighting by two Dutch ships in the North Sea of an object moving slowly in the sky. It appeared to be made by two disks of different size. The source for this account is one of the books entitled Theatrum Orbis Terrarum by Admiral Blaeu. These books were compilations of articles by different authors and consisted of detailed accounts of long engagements at sea, cartography information, etc.

Traducción: La ilustración muestra un avistamiento de dos barcos holandeses en el Mar del Norte de un objeto que se mueve lentamente en el cielo. Parecía estar formado por dos discos de diferente tamaño. La fuente de este relato es uno de los libros titulado Theatrum Orbis Terrarum del almirante Blaeu. Estos libros eran recopilaciones de artículos de diferentes autores y consistían en relatos detallados de largas travesías en el mar, información cartográfica, etc.

El texto original, en la publicación del ATLAS MAIOR viene en Holandés, pero en su primera versión se había escrito en Latín. Una versión posterior hacía la descripción en francés. Y todas daban cuenta de un “maravilloso meteoro”.

La imagen me dio la clave que buscaba: un fenómeno atmosférico. Entre la información que pude localizar sobre fenómenos atmosféricos encontré un lugar especialmente bueno con mucha información de todos y cada uno de los fenómenos ópticos que se presentan por las distintas condiciones meteorológicas. El que se ajusta es el llamado Halo, pero especialmente el HALO CRUZ, que es una combinación de 3 fenómenos atmosféricos: Halo 22º, Subsuns y Pilares, que nos da un reflejo múltiple del Sol que es un enorme círculo con el verdadero Sol al centro, y en la periferia, a los extremos de la línea vertical y horizontal, 4 reflejos del Sol central:

Un "Halo Cross" amado por artistas e ilustradores.
La cruz se forma cuando el Sol está bajo, en combinación con un círculo parhélico
horizontal que atraviesa el Sol y pilares solares verticales arriba y abajo.
Fotografiado durante desarrollo de un "diamond dust" en Alaska por Ryan Skorecki.
"Diamond dust" (polvo de diamante): es una nube a nivel
del suelo compuesta por diminutos cristales de hielo.

Si nos movemos al ver este halo, el efecto parece seguirnos sin sufrir alteración alguna, moviéndose a medida que nosotros nos movemos, por lo que parecerá cambiar de posición o moverse por si mismo sin alterar su composición. Adelante, atrás, a un lado, al otro, nos seguirá y parecerá moverse con nosotros sin volverse o sufrir cambios, al igual que las ruedas que describe Ezequiel.

¿Esto es lo que pudo ver Ezequiel?, ¿Lo maravilló el ver una cruz en el cielo dentro de una esfera con 4 puntos luminosos tan brillantes como el metal bruñido? ¿Será posible esto?. En el siguiente enlace, podemos ver un artículo en el sitio de la NASA donde se habla este tipo de fenómenos.

http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2002/24oct_sunrings.htm

Como pueden ver, es un fenómeno atmosférico, pero veremos también que, dentro de la pintura de 1660, hay dibujadas caras en los círculos, y que eso tal vez es lo que ha hecho pensar a los entusiastas de ovnis en la antigüedad que se trataba de seres alienígenos, o que por lo menos indicaba que esos círculos se movían inteligentemente o eran pilotados. Pero esas imágenes corresponden a las alegorías normales de la época o las creencias de quien describe el fenómeno. La cara en el círculo de la parte baja representa al Sol, en la parte de arriba, en tamaño más pequeño, la representación podría mostrar ángeles. Alegorías como la del fotógrafo que describe lo que vio en el artículo de la NASA:

No sólo había un halo alrededor del Sol -- el llamado "halo de 22o" que los observadores del cielo ven frecuentemente -- sino que también había un enorme anillo de luz corriendo en forma paralela al horizonte, a la misma altura que el Sol. Era como un gigantesco halo angelical suspendido sobre mi pueblo, interrumpido cada 120º por una brillante salpicadura de luz (más "perros solares"). (La negrita es mía).

HALO ANGELICAL”. Para el fotógrafo era angelical, metafóricamente hablando, algo bellísimo, no quiere decir que los ángeles están ahí; lo mismo se puede aplicar a la pintura de 1660, y también podemos aplicarlo a las alegorías del profeta Ezequiel para el relato de su “Visión de la Gloria de Jehová”.

Busqué otras representaciones de la visión de Ezequiel y localicé esta pintura; una versión de “La Visión de la Gloria de Jehová” perteneciente a la Biblia Ripoll (siglo XI), del Monasterio de Santa María de Ripoll.

La visión del profeta Ezequiel: La Majestat de señor rodeado de
Ángeles círculos con los símbolos de los evangelistas

Obviamente parece que estamos hablando de lo mismo.

Conclusión: Lo visto por el profeta Ezequiel fue un fenómeno atmosférico conocido como Halo de Cruz, provocado por la humedad y polvo que arrastraba la tormenta que se aproximaba desde el norte. El profeta, ante tal portento óptico, no pudo más que pensar que estaba recibiendo una visión divina. Y haciendo honor a la divina majestad del señor, echó mano del lenguaje propio de las profecías.

Tomar al pie de la letra las descripciones de escritos antiguos, puede llevarnos a dar opiniones equivocadas, pues es necesario situarse en la época para poder entender qué significan las alegorías utilizadas o los motivos dibujados.


Referencias:
http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=274&capitulo=4014
http://www.temakel.com/texmitangeles.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Querubín
http://www.temakel.com/simbolismoabiblico.htm
http://schwicky.net/xfiles/episodes/5/all_souls/
http://es.wikipedia.org/wiki/Willem_Blaeu
http://es.wikipedia.org/wiki/Atlas_Maior
http://es.wikipedia.org/wiki/Theatrum_Orbis_Terrarum
http://fondosdigitales.us.es/fondos/libros/726/11/theatro-de-la-tierra-universal/
http://www.taschen.com/pages/es/catalogue/classics/all/04904/facts.atlas_maior_gallia.htm

Imágenes:
http://www.antoranz.net/CURIOSA/ZBIOR3/C0309/04_QZC07041_QAB00517p160b-Blumrich.jpg
http://www.chasque.net/umbrales/rev155/24-25.htm
http://luisftenorio.wordpress.com/2009/06/10/angeles-3-los-coros-angelicales-los-querubines/
http://es.wikipedia.org/wiki/Querubín
http://www.crystalinks.com/ufohistory.html
http://www.atoptics.co.uk/halo/pcim6.htm
http://www.davinci-systems.es/ripoll/biblia.htm

Videos:
http://video.google.com/videoplay?docid=8971123609530146514

Referencia Bibliográfica:
Título: Enciclopedia de Los Símbolos.
Autor: Udo Becker
Titulo Original: Lexikon Der Symbole
Traductor: José Antonio Bravo de la primera edición original.
Editorial: Editorial Océano de México, S. A. De C. V.
Edición: Primera
Año: Agosto 1996.
ISBN 970-651-009-5

Algunas indicaciones sobre el posible origen de estos seres si nos apegamos a los textos.
(Sólo como un ejercicio y suponiendo que la fuente es literal)

Sobre el origen de estos seres divinos, que no es muy difícil suponer que simplemente vienen del cielo, podemos ubicar, según la Biblia, el posible lugar de procedencia.

Cuando Erich Von Däniken aceleró mi imaginación, y después de ver la vieja serie “Galáctica”. Tenía una teoría única, según yo, pues creía que había descubierto algo grande: "Procedemos de las Estrellas". Y formé dos posibles escenarios:

1.- Una colonia de investigación que sufrió un accidente y quedó varada en este planeta. Se relacionaron con los nativos, quienes los veían como Ángeles. Y es de aquí que podría surgir el pasaje más socorrido para justificar la presencia extraterrestre en la Tierra:
"2 Y viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran bellas, tomaron para Sí mujeres, escogiendo entre todas. 3 Entonces Jehovah dijo: "No Contenderá para siempre mi Espíritu con el hombre, por cuanto él es carne, y su vida Será de 120 años." 4 En aquellos Días Había gigantes en la tierra, y aun después, cuando se unieron los hijos de Dios con las hijas de los hombres y les nacieron hijos. Ellos eran los héroes que desde la antigüedad fueron hombres de renombre". Ángeles y las hijas de los hombres. Si estuvimos con las hijas de los hombres, entonces en la nave sólo venían hombres. Y si tomamos literalmente a la Biblia, la historia nos dice qué pasó… HABIA GIGANTES… este es un dato interesante, pues hoy se ha puesto de moda el tema sin advertirlo, casi nadie sabe el porqué un video de producción francesa, surgido hace casi un año, se titula “La Conspiración de Orión” (Que merece un artículo aparte). Este título viene por esto:

Los Nefilim o Nephilim (en hebreo הנּפלים, nefilim, "los caídos") son, en la Biblia y otros escritos religiosos judíos y cristianos tempranos, un pueblo de gigantes o titanes hijos de los "hijos de Dios" (בני האלהים, bnei ha'elohim) y las "hijas del hombre" (banot ha'adam) (Génesis 6:1-4). Según la traducción, el término nefilim se ha traducido variadamente por "gigantes", "titanes" o aún se ha dejado en el original hebreo.
Para los
arameos, el término Nephila se refirió específicamente a la constelación de Orion
, y así los Nefilim serían descendientes medio divinos de esta constelación.

Así que si damos validez a esto, somos descendientes de seres que proceden de algún lugar de la constelación de ORIÓN. Con esto podríamos decir que la ufología es hija de la religión.

2.- En mi segundo escenario, la única variante con respecto a la primera es la razón de la llegada a la Tierra, y esta es que una nave generacional salió de ¿Orión? huyendo de la tan cacareada Guerra de los Cielos y llegando a este planeta.

En ambos escenarios, todo indicio de tecnología se perdió con el tiempo. Pero quedaron algunas leyendas. Y si suponemos que el origen de la civilización se dio en Sumeria, actual Irak, y de ahí se extendió a todo el planeta, entonces ahí tenemos el porqué los relatos antiguos de distintas culturas dan cuenta de los mismos eventos. En el primer escenario pudo darse por la conquista de otros pueblos, anulando su propia historia y sustituyéndola por la propia, pero en el segundo se creó la historia a la par de los pueblos.

Si nos olvidamos de estos escenarios y omitimos la parte de un conocimiento previo sobre cualquier cosa en el espacio exterior, nos quedamos en cero. Por lo que debemos, como lo vimos en mi interpretación de la visión de Ezequiel, asegurarnos cuando revisamos un texto antiguo, que no nos estamos enfrentando a un compendio de símbolos, en lugar de realidades.

También existe otra posibilidad, risible si así les parece, que comienza con la pregunta: ¿Sólo en la época actual se escriben historias de ciencia ficción?

Si podemos creer seriamente en una guerra en el espacio, como lo dice Zecharia Sitchin, ¿Por qué no creer que los antiguos también tenían imaginación e inventaron historietas?

Si la civilización actual terminara de pronto, pero quedarán algunos pocos que renovaran a la humanidad, con el tiempo se olvidará que existió una Tierra como la conocemos. ¿Qué pensarán los arqueólogos del futuro al encontrar un ejemplar de El exorcista, o que tal si encuentran un códice (historieta) con pinturas de vivos colores (viñetas) y que tras una ardua labor de traducción de sus cartuchos (globos de diálogo) se den cuenta que el título es La guerra de los mundos o La guerra de las galaxias?

A mi me parece un buen ejercicio mental.

Leopoldo Zambrano Enríquez
Informe U. F. O.
Monterrey, Nuevo León. México.